Cardenal Errázuriz llama a superar desconfianzas, violencias, injusticias y temores
"Nuestra historia nos lo dice: no inundemos ni el presente ni el futuro con las dolorosas, las dolorosísimas exclusiones del pasado", manifiesta el Arzobispo de Santiago en su mensaje de Navidad. Fieles participaron en celebraciones de Nochebuena.
Un llamado a superar las desconfianzas, las enemistades, las violencias, las injusticias, los rencores y temores, formuló el Cardenal Arzobispo de Santiago, Monseñor Francisco Javier Errázuriz, en su mensaje de Navidad, dado a conocer la noche del 24 de diciembre por radio y televisión, luego de celebrar la Misa de Nochebuena en la Catedral Metropolitana.
“Queremos que el eco de la buena noticia del nacimiento de Jesús, que nos llena de alegría, como lo dice el canto, vaya de valle en valle, de ciudad en ciudad, de población en población, de familia en familia, de corazón en corazón, y que penetre como rocío de esperanza nuestros sentimientos más profundos, y nos acerque a Dios como hijos de su perdón y de su benevolencia, y a los hermanos más queridos, como también a los más lejanos”, dice Mons. Errázuriz en su mensaje.
“Con frecuencia –agrega- nos cansamos, desconfiamos de nosotros mismos y de los demás, nos enemistamos y alimentamos rencores, optamos por actitudes mezquinas y por exigir más derechos, por cobrarles cuentas a los otros y por satisfacer anhelos a costa de los demás, y así nos invaden tinieblas y sombras de muerte, perdemos la paz y caemos en el temor. Nuestra historia nos lo dice: no inundemos ni el presente ni el futuro con las dolorosas, las dolorosísimas exclusiones del pasado”.
Más adelante Monseñor Errázuriz llama a acercarnos a Jesús: “Acerquémonos a la aurora del nuevo día. ¡Cómo nos inunda de paz saber que Dios optó por otro camino: por acercarse a nosotros y por amarnos primero, por sonreírnos en Belén desde el rostro del Niño, y por ofrecernos su perdón y su paz! E invitó a María y a José – y también a todos nosotros – a vivir una alianza de paz, con Él, entre nosotros y con la creación, que se exprese en nuestros sentimiento y en nuestras actitudes, que se convierta en canto y en poesía, que se manifieste en toda nuestra cultura y en nuestras instituciones, en nuestras familias, en nuestros servidores públicos, y en nuestros valiosos comunicadores”.
“Así nos convoca ahora, en camino al Bicentenario, a erradicar todo lo que se opone al espíritu de Belén: las enemistades, la violencia y las injusticias que la provocan, las miserias, las deslealtades, el temor y la desesperanza. Nos invita a abrir nuestro espíritu para que llegue a él esa semilla de un mundo nuevo que es la buena noticia de Jesús y de su evangelio”, termina señalando el Cardenal Arzobispo de Santiago en su mensaje de Navidad.
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Celebraciones de Nochebuena
Los distintos templos, en parroquias, capillas y colegios de Santiago celebraron la Nochebuena con la tradicional Misa del Gallo.
Miles de fieles participaron en las Eucaristías, en las distintas vicarías y zonas de la Arquidioócesis.
Familias completas, con la participación entusiasta de los niños, se hicieron presente en estas liturgias, muchas de las cuales fueron acompañadas de signos y representaciones de cuadros navideños.
Fuente: DOP Santiago
Santiago, 24-12-2004