Declaración del Episcopado chileno sobre clases de religión en Establecimientos Fiscales educacionales
El "Episcopado chileno entregó la siguiente declaración relacionada con la enseñanza de la religión en los establecimientos educacionales.
"Queremos expresar claramente a la opinión pública del país, a nuestros hermanos cristianos no católicos, y a los padres y madres de familia católicas, cuál es nuestra posición con respecto a la enseñanza de la religión en los establecimientos fiscales, tema que ha dado lugar a discusión en los meses pasados.
1.- Nosotros no pretendemos -y tampoco lo aceptaría la opinión pública- imponer a nadie la enseñanza o el ejercicio de una religión determinada. Suponer esto sería olvidar nuestra doctrina e ignorar la mentalidad de nuestro pueblo, la historia de los últimos cincuenta años, y la propia doctrina católica al respecto.
La clase de religión católica en los establecimientos fiscales es optativa. Es solamente para los niños cuyos padres expresamente lo solicitan al matricularlos.
La iglesia Católica no solamente no se opone, sino que ve con simpatía, que este mismo derecho se extienda a las demás iglesias y denominaciones religiosas. Pero si algunas iglesias no católicas no son partidarias de la enseñanza de la religión en las escuelas, sino que prefieren impartirla en sus iglesias y hogares, la Iglesia Católica respeta este modo de pensar, y pide que a su vez se respete su propio punto de vista al respecto.
Si las autoridades educacionales quieren reservarse el derecho de aprobar los programas de religión presentados por las distintas confesiones religiosas, para que se adapten a la planificación general de la enseñanza primaria, tal como lo hacen con todos los demás ramos, es cosa de ellas.
Nosotros, los obispos católicos, defendemos el derecho a las clases de religión, no por oportunismo, sino de acuerdo con la doctrina evangélica de la libertad religiosa, reafirmada recientemente en el Concilio Vaticano. Este derecho está perfectamente de acuerdo con nuestra Constitución, con nuestras leyes y con la idiosincrasia de nuestro pueblo. Concuerda además con los convenios internacionales al respecto (NU, UNESCO).
(Declaración de los Derechos Humanos, Art. 26 N° 3).
2.- A la opinión pública, especialmente a la no religiosa, queremos recordarle que el hecho de autorizar la enseñanza de la religión en los establecimientos fiscales, no altera en nada el carácter laico de dichas escuelas. El Gobierno, al permitir que se enseñen las diversas religiones en la escuela, a los niños cuyos padres así lo pidan, no hace sino facilitar a los padres de familia, católicos o no, el cumplimiento de un deber y de un deseo. En ningún caso toma partido por tal o cual religión, ni en favor ni en contra de la religión.
En cambio, impedir toda enseñanza de la religión en las escuelas, como si fuera algo nocivo para los niños, sería en cierto modo tomar partido en contra de toda religión, lo que no es ciertamente el deseo de la inmensa mayoría de los chilenos, que son religiosos o al menos respetuosos de la religión
3.- A los padres y madres de familias católicas les pedimos que se preocupen de que sus niños aprovechen la clase de religión que se hace en las escuelas fiscales, ya que la religión es esencial para el pleno desarrollo moral y espiritual de sus hijos.
(Fdo.) Raúl Cardenal Silva Henríquez, presidente de la Conferencia Episcopal; Enrique Alvear U., Secretario general”.
16 de abril de 1967
