Durante un año la Iglesia fue acompañada de modo especial por el Apóstol San Pablo, se concluyó esta experiencia de fe, unidos como comunidad.
Una tarde para recordar, marcada por el profundo sentido comunitario eclesial, fue el ambiente en que se realizó la clausura del Año Paulino en nuestra Arquidiócesis. El domingo 28 en la Plaza Bicentenario sector Norte de la ciudad, se realizó una solemne Eucaristía presidida por Monseñor Pablo Lizama, para pedir la intercesión del Apóstol Pablo para nuestra Iglesia.
Los fieles concurrieron al lugar para celebrar como “un solo cuerpo” y dar gracias a Dios Padre, por el don del testimonio de Saulo de Tarso, un convertido a la fe en Jesús, y que por especial gracia del Espíritu es una de las columnas de la Iglesia Universal, junto a San Pedro.
Por ello, es que la festividad se realizó y vivió con mucha fe, la persona del Apóstol fue el motivo que generó el encuentro para alabar y bendecir a Dios por los dones otorgados a través de este evangelizador de los primeros tiempos, su figura cobra realce hoy, cuando la Iglesia Latinoamericana y del Caribe, se encuentra preparando la misión general, por lo que el testimonio de San Pablo, se hace más vital.
Santo patrono
Por su parte, la Parroquia San Pablo, vivió días de especial gracia, ya que celebró a su Santo patrono. La comunidad que es guiada por los sacerdotes misioneros Oblatos, preparó una serie de actividades para conmemorar a San Pablo y culminar un año lleno de bendiciones.
Comenzó todo el miércoles 24 de Junio, con el tema “Conversión y San Pablo”, que fue expuesto por el joven Cristian Carvajal, coordinador de la comunidad juvenil de la Capilla San Eugenio de Mazenod. Prosiguió el jueves, con “La Misión y San Pablo”, que fue presentada por el hermano Pablo Kramm de la Compañía de Jesús. El viernes fue el turno de Luis Gustavo Gonzalez, encargado de la Pastoral Social del Arzobispado, con la charla “Los Pobres y San Pablo”, desentrañando todo un contexto un tanto desconocido del Apóstol de los gentiles, su cercanía con aquellos desposeídos en los albores del cristianismo. El domingo, como se dijo fue la Eucaristía eclesial. Finalmente el lunes 29 de Junio, entre las 10:00 a 18:00 horas, se realizó una convivencia para las familias de la comunidad, para culminar un año de gracia para el pueblo cristiano bajo la intercesión de San Pablo.
Fuente: Comunicaciones Antofagasta
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Antofagasta, 29-06-2009