La ciudadanía quiere ver reflejado en todas sus autoridades y líderes, aquello que realmente prestigia a quienes aspiran ser constructores de la sociedad, como es respeto, honestidad, transparencia en las intenciones y en las acciones, el diálogo y una incansable búsqueda del bien común, señaló monseñor Vargas.

El Te Deum fue la actividad central de las celebraciones patronales por el 468º aniversario de la fundación de San Marcos de Arica, en la celebración el Alcalde de Arica, entregó al Obispo el Blasón de la ciudad que quedará en custodia hasta las celebraciones del 7 de junio.

Monseñor Vargas recordó que "En el año del Señor de 1541, en la Fiesta del Evangelista Marcos y con la celebración de la Santa Misa, nacía en este lugar la ciudad de Arica, y con ella la presencia formal de la Iglesia" señáló tambien que "...de este modo, y por casi cinco siglos, la Iglesia se ha hecho compañera de ruta, esforzándose en servir por medio de su misión evangelizadora y de promoción humana, a esta tierra y su gente, compartiendo sus alegrías y dolores, sus angustias y esperanzas."

Luego recordó la feliz noticia recibida hace un año que anunciaba la transformación de Arica en región "...Ello ha sido el fruto de años de trabajos, de sangre derramada, y de esfuerzos y sacrificios de hombres y mujeres que lucharon por hacer grande esta zona, donde Chile comienza. Personas conocidas y anónimas que testimoniaron su amor por esta Arica, su capacidad de soñar un futuro mejor y de entusiasmar a muchos otros, tras ideales basados en el bien común de toda nuestra sociedad."

Dirigiendose a las autoridades y líderes de la ciudad, el obispo de Arica los invitó a reflexionar sobre el sentimiento de la ciudadanía "...Por alguna razón, existe un sentimiento que aún se está en deuda con Arica. Muchos y complejos podrán ser los factores que incidan en ello, pero al menos internamente, respecto de lo que nos corresponde a nosotros, alguna reflexión debemos hacer..." señaló monseñor Vargas.

Entre las tareas a enfrentar, Don Héctor destacó "...la preocupante desvalorización que la ciudadanía viene haciendo del mundo político local; de una gradual pérdida de confianza en quienes ejercemos alguna responsabilidad, del desprestigio en algunos mecanismos para generar cargos públicos o de representatividad, de una cierta sospecha con o sin razón, respecto del uso y destino de recursos públicos, de una creciente crítica y desacuerdo del modo en que suele cuestionarse y reaccionar ante las políticas y formas en que el Gobierno central toma decisiones para la Región; de promesas proclamadas e incumplidas, en las distintas campañas electorales. A su vez, las metodologías que en ocasiones se utilizan por parte de distintos actores relevantes, para enfrentar públicamente sus diferencias, pareciera estar logrando suscitar en la población más rechazo que atención."

El Obispo de Arica indicó que "La ciudadanía por el contrario, quiere ver reflejado en todas sus autoridades y líderes, aquello que realmente prestigia a quienes aspiran ser constructores de la sociedad, como es respeto, honestidad, transparencia en las intenciones y en las acciones, el diálogo y una incansable búsqueda del bien común."

Llamando a la unidad monseñor Vargas señaló "Se requiere hacer un esfuerzo por tomar conciencia que esta pluricultural y multiétnica Arica la conformamos todos, unos y otros; que nadie sobra y que todos nos necesitamos; que la verdad debemos buscarla y construirla entre todos, porque cada uno posee una parte de ella y porque nadie es poseedor absoluto de la misma. Esto solo puede traducirse en una fortaleza muy grande a la hora de enfrentar tanto los desafíos locales, como los planteados al Gobierno y al Estado."

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Fuente: Comunicaciones Arica


Arica, 26-04-2009