Falleció hoy jueves 18 de noviembre a la edad de 92 años el cardenal Juan Carlos Aramburu, arzobispo emérito de Buenos Aires.
El deceso se produjo a las 17.30, como consecuencia de un paro cardio-respiratorio, en su residencia privada del barrio porteño de Belgrano.
El purpurado porteño se aprestaba a salir para el santuario de San Cayetano, en el barrio de Liniers, donde dos veces a la semana confesaba a los feligreses.
El cardenal Aramburu estaba junto a su secretario privado y familiar desde 1970, presbítero Miguel Angel Irigoyen, quien le administró la unción de los enfermos.
Los detalles del sepelio y las exequias recién se confirmarán mañana, según informó el arzobispado de Buenos Aires.
El cardenal de los récords
El pasado 28 de octubre cumplió 70 años de sacerdote, siendo entonces el séptimo purpurado más longevo del mundo.
El cardenal Aramburu nació en Reducción, provincia de Córdoba, el 11 de febrero de 1912 y su infancia transcurrió entre su pueblo natal cordobés, España y Buenos Aires, ciudad donde realizó sus primeros estudios en el Colegio De La Salle. A los 11 años ingresó en el Seminario de Córdoba y años más tarde fue enviado al Colegio Pío Latinoamericano de Roma, donde fue ordenado sacerdote el 28 de octubre de 1934. Obtuvo los doctorados en Filosofía y Derecho Canónico en la Universidad Gregoriana.
De regreso al país fue designado vicario cooperador de la parroquia de Villa del Rosario, provincia de Córdoba, y en la ciudad de Córdoba fue profesor de Derecho Canónico en el seminario de Nuestra Señora de Loreto y luego vicerrector del mismo.
El 7 de octubre 1946 fue nombrado por el papa Pío XII obispo titular de Platea y auxiliar del entonces obispo de Tucumán, monseñor Agustín Barrere. Recibió su consagración episcopal el 15 de diciembre de 1946 en la catedral de Córdoba de manos de monseñor Fermín Emilio Laffite, arzobispo de Córdoba, y fueron obispos co-consagrantes monseñor Leopoldo Buteler, obispo de Río Cuarto y monseñor Ramón José Castellano, obispo titular de Flaviade y auxiliar de Córdoba. En la celebración estuvo también presente monseñor Barrere.
Al quedar vacante el obispado de Tucumán, por fallecimiento de su titular, el cardenal Aramburu quedó al frente de la diócesis como vicario capitular hasta el 28 de agosto de 1953 en que fue nombrado Obispo de Tucumán, sede de la que tomó posesión el 1º de noviembre de 1953. Su labor pastoral se manifestó en la erección de diez parroquias y en la construcción de capillas en el interior de la diócesis tucumana encarando la construcción de la Casa de Ejercicios Espirituales de Tucumán. En las parroquias tucumanas llegó a confirmar a más de 1.000 personas por día, y según sus cálculos, el total llega a unas 150.000. Para el cardenal Aramburu, la confirmación “es un sacramento que imprime carácter y sus efectos no mueren ni desaparecen”, según expresó a AICA en ocasión de una entrevista que se le realizó con motivo de sus Bodas de Oro Episcopales, en 1996.
Al elevar el Sumo Pontífice la diócesis tucumana a la jerarquía de arquidiócesis, el 13 de marzo 1957, el prelado fue promovido a arzobispo de Tucumán siendo su primer arzobispo y cuarto diocesano. El sumo pontífice le concedió el Palio Arzobispal, que le fue impuesto solemnemente en la Catedral de Tucumán el 9 de julio de 1957.
El purpurado cordobés representó al Episcopado Argentino ante el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y en el año 1959 integró la comisión del Episcopado Latinoamericano que celebró, por encargo de la Santa Sede, una conferencia en Washington. Participó en todas las sesiones del Concilio Vaticano II, hecho de la Iglesia al que calificó “como el más trascendente de su vida”.
En 1967 fue designado vicepresidente de la Comisión Permanente del Episcopado Argentino, y el 14 de junio de ese año, tras 21 de ministerio en Tucumán, Pablo VI lo nombró coadjutor con derecho de sucesión del cardenal Antonio Caggiano, arzobispo de Buenos Aires, y fue transferido de la sede residencial de Tucumán a la sede titular de Torres de Bizacena. Ya en septiembre de 1966 el cardenal Caggiano le había manifestado al Sumo Pontífice que le concediera un coadjutor con derecho de sucesión en la persona del entonces monseñor Juan Carlos Aramburu y que lo dispensara del gobierno pastoral, petición a la que Pablo VI accedió parcialmente.
El 6 de agosto de 1967 el cardenal Aramburu se hizo cargo del gobierno pastoral pleno de la arquidiócesis luego de la ceremonia de toma de posesión, que tuvo lugar en la catedral de Buenos Aires, según la bula papal por la cual se lo autorizaba a “tomar posesión canónica de su oficio, observando las prescripciones del Derecho”.
El 22 de abril de 1975 fue promovido a arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, tras la aceptación papal de la renuncia del cardenal Antonio Cagginano, y recibió el palio de manos de Pablo VI el 25 de mayo de 1976. Fue el noveno arzobispo y vigésimo cuarto diocesano de la Arquidiócesis de Buenos Aires.
En el consistorio convocado por el papa Pablo VI, el 24 de mayo de 1976, el entonces arzobispo de Buenos Aires, fue creado cardenal del título de San Juan Bautista de los Florentinos, siendo el quinto purpurado argentino nombrado por la Santa Sede.
El cardenal Aramburu, integró las Sagradas Congregaciones para las Iglesias Orientales, para la Educación Católica, y para el Culto; la Prefectura de Asuntos Económicos y el Consejo de Cardenales para el estudio de los problemas organizativos y económicos en la Santa Sede.
En la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) se desempeñó como presidente entre 1982 y 1985 y miembro de la comisión episcopal para la Universidad Católica Argentina.
El 11 de febrero de 1987 presentó su renuncia al arzobispado de Buenos Aires por haber alcanzado la edad que indica la norma canónica, pero Juan Pablo II se la aceptó tres años más tarde, el 11 de julio de 1990, luego de 23 años de gobierno pastoral al frente de la arquidiócesis
El segundo obispo más joven
El cardenal Juan Carlos Aramburu fue el primero en llegar a las bodas de oro episcopales en la historia de la Iglesia vernácula y el segundo obispo más joven de la Argentina: nacido el 11de febrero de 1912, es consagrado a los 34 años y 10 meses de edad. El más joven fue monseñor Francisco Alberti, obispo titular de Siunia y auxiliar de monseñor Mariano Antonio Espinosa y luego primer obispo de La Plata, quien fue consagrado obispo el 9 de abril de 1899, a los 34 años y 12 días de edad.
En sus largos años como obispo, el cardenal Aramburu, confirió la ordenación episcopal a 10 obispos: Juan Carlos Ferro, Juan Rodolfo Laise, Mario J. Serra, Guillermo Leaden, Arnoldo Canale, José Manuel Lorenzo, Domingo Salvador Castagna, Carmelo Juan Giaquinta, Eduardo Vicente Mirás y Luis Héctor Villalba; y fue co-consagrante de otros siete: Francisco Juan Venera, Agustín Adolfo Herrera. Leonardo Gallardo Heredia, Jorge Gottau, Juan Luis Tomé, Adolfo Roque Esteban Arana, Leonardo Sandri, Mario Aurelio Poli y Alberto Bózzoli.
Fundador de AICA
El cardenal Aramburu era hasta hoy el único obispo que permanecía con vida de aquellos que integraron la asamblea plenaria de diciembre de 1955, en Santa Rosa de Calamuchita, en la que fue fundada la agencia AICA.+
Fuente: Aica.org
Buenos Aires, 18-11-2004