Iquique, 16 de febrero de 2000
1. Durante los días 15 y 16 de febrero, en la ciudad de Iquique, nos hemos reunido los Obispos que integramos los Comités Permanentes de las Conferencias Episcopales de Bolivia y Chile. Ha sido un encuentro muy fraternal en el que hemos dialogado, desde nuestra fe y desde nuestra común misión de pastores, acerca de los grandes temas que preocupan a nuestros pueblos y de los desafíos pastorales que de ellos se derivan.
2. Ambos Episcopados reconocemos que somos pueblos hermanos llamados a integrarse en el campo cultural, económico, político, religioso, etc. y que debemos cultivar una mirada de futuro, que nos impulse a superar las situaciones aun no resueltas entre nuestros países, sin quedamos detenidos en desconfianzas o sentimientos de superioridad, carentes de sentido.
3. Estamos celebrando el Año del Jubileo, tiempo de reconciliación y de reencuentro entre los hermanos. Eso nos mueve a hacer un llamado a nuestros pueblos a superar actitudes del pasado, mirando la necesidad de construir un futuro de paz y de mayor entendimiento, creciendo como naciones hermanas que comparten un destino común, inspirado en la misma fe en Jesucristo, Señor de la Vida y de Historia. Ponemos nuestra voluntad de pastores al servicio de nuestros pueblos para trabajar con un mayor ahínco en el logro de estos objetivos comunes.
4. En el mismo espíritu del Jubileo, animarnos a nuestros respectivos gobiernos a que sigan dando pasos que muestren la fuerte voluntad de reforzar nuestras relaciones bilaterales en consonancia con la actitud que reflejan algunos acuerdos recientes, logrados en nuestro continente (Ecuador y Perú; Chile y Argentina; Estados Unidos y Panamá, etc.).
5. Creemos que las zonas vecinas del norte de Chile, sur del Perú y occidente de Bolivia tienen grandes posibilidades de complementación y de beneficios mutuos, en vistas a un crecimiento integral. Animamos a realizar un esfuerzo trinacional para la creación de un polo de desarrollo en la región.
6. En el campo Pastoral seguiremos fomentando el encuentro de Obispos y Agentes Pastorales, especialmente de las diócesis limítrofes, incluyendo a nuestros hermanos del sur del Perú, para apoyamos mutuamente en la búsqueda de las respuestas que debemos dar a los grandes desafíos del momento presente.
7. Ha sido un tema importante de nuestro intercambio de ideas lo relacionado con la pastoral indígena y los valores de nuestras culturas. Sentimos la necesidad de acompañamiento cercano de parte de la Iglesia a estos hermanos, que constituyen una parte importante de nuestros pueblos
8. Nuestra condición de Pastores nos impulsa a apoyar las grandes posibilidades de intercambio que tenemos en los diversos espacios del quehacer humano, particularmente en el ámbito de la educación, a través de nuestros establecimientos educativos y de las Universidades Católicas, promoviendo valores de complementariedad, integración y desarrollo.
9. Nos hemos detenido a dialogar también acerca de la situación de los internos bolivianos en las cárceles chilenas, y chilenos en las de Bolivia, sugiriendo que se lleguen a acuerdos entre nuestras naciones para que los internos puedan cumplir su sentencia en su respectivo país. Animamos a las Pastorales Penitenciarias de Bolivia y Chile para que puedan contribuir a la mejor atención de estos hermanos nuestros que viven situaciones difíciles.
10. El tema de la droga y del narcotráfico, como sus consecuencias para nuestros pueblos, ha sido también tema de diálogo entre los Obispos y exhortamos a nuestros compatriotas a liberarse de la lacra que supone el tráfico y consumo de drogas.
11. Invocamos a la Santísima Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen, patrona de Bolivia y de Chile para que Ella interceda ante su hijo Jesús, que nos de la gracia de seguir buscando los grandes ideales que el Santo Padre Juan Pablo II nos ha señalado en la Exhortación Apostólica “Ecclesia in América” y en el espíritu con que quiere que vivamos el Jubileo de este año 2000.
Comités Permanentes de las Conferencias Episcopales de Chile y Bolivia
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Secretaría de Estado
Vaticano, 17 de febrero de 2001
Señor Obispo:
Le ruego que haga llegar a sus destinatarios el adjunto texto, como respuesta al mensaje de adhesión dirigido al Santo Padre por los Comités Permanentes de las Conferencias Episcopales de Bolivia y Chile:
“El Santo Padre agradece cordialmente los sentimientos de adhesión y cercanía manifestados en el amable mensaje enviado por los Comités Permanentes de las Conferencias Episcopales de Bolivia y Chile reunidos en la ciudad de Iquique en el marco espiritual del gran Jubileo del año 2000, y eleva una especial plegaria para que esa reunión propicie abundantes frutos de comunión, reconciliación y colaboración entre las iglesias particulares de ambos países hermanos, ofreciendo así nuevas esperanzas ante el horizonte del tercer milenio.
Con estos vivos deseos, e invocando la intercesión materna de la Virgen María, a quien con tanto fervor invocan los creyentes bolivianos y chilenos, Su Santidad les imparte complacido la implorada bendición apostólica.
Cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado de Su Santidad
Muy agradecido por su amable colaboración, aprovecho la oportunidad para reiterarle, Señor Obispo, las seguridades de mi consideración y estima en Cristo.