Punta de Tralca, 3 al 7 de mayo de 1999
El tema central de esta 77ª Asamblea ha sido el de la Catequesis. La educación de la fe es una preocupación central en la acción evangelizadora de la Iglesia. Gracias a ella, podemos conocer, comprender y sobre todo vivir mejor la fe que recibimos de nuestros padres y que profesamos desde nuestro bautismo.
Nuestra primera conclusión es que debemos estar profundamente agradecidos de Dios y de mucha gente por la tarea realizada hasta ahora en esta materia. La Catequesis Familiar, llevada a cabo por miles y miles de catequistas adultos, ha sido un paso de gran importancia para incorporar a las familias en la preparación de sus hijos para su primer encuentro personal con el Señor.
Así también los jóvenes que ayudan a sus compañeros en la catequesis para la Confirmación y los adultos que los acompañan aportando sus experiencias de vida, como los matrimonios que preparan novios y quienes lo hacen con los padres y padrinos del Bautismo, han conseguido que se valoricen estos sacramentos tan importantes para la vida de los cristianos.
Constatamos una vez más y agradecemos de modo especial el servicio inapreciable que prestan los profesores de Religión en las escuelas municipales, privadas y de Iglesia.
A todos ellos queremos enviarles una palabra de aliento y de gratitud por lo que hacen y seguirán haciendo. Su esfuerzo y su entusiasmo ayudarán, sin duda, a que muchos hermanos y hermanas se encuentren vitalmente con Cristo y así llenar sus vidas de alegría y fe.
1. Con el aporte de Comisiones de especialistas, la Asamblea estudió y acordó impulsar diversas iniciativas que apuntan a fortalecer y renovar variados aspectos de la acción catequística, las que se irán incorporando paulatinamente en la vida de la Iglesia. Las principales apuntan a hacer que esta labor facilite aún más el encuentro personal y enriquecedor de la vida con Cristo el Señor.
2. La Asamblea también se pronunció sobre los aportes que hará llegar a la Santa Sede para la preparación del Sínodo de los Obispos que se celebrará en Roma el año 2000 sobre el ministerio episcopal. El Comité Permanente revisará la redacción definitiva de este documento.
3. Además, los Obispos recibieron un informe y un conjunto de proposiciones para la celebración del Gran Jubileo del año 2000. Cabe destacar en este aspecto el acuerdo sobre la inauguración del año jubilar, que se efectuará en la Catedral de cada una de las diócesis del país en la Navidad de 1999, así como la realización de diversos “jubileos sectoriales”, en particular los de la familia y los jóvenes. En noviembre de 2000 se realizarán Congresos Eucarísticos en todas las diócesis, culminando con uno Nacional que se efectuará en Santiago.
4. Por otra parte, como es habitual en estas Asambleas, los Obispos revisaron los aspectos más relevantes de la realidad nacional en el último tiempo. En este sentido, valoraron lo ocurrido en Chile con ocasión de la muerte en los últimos meses de los Cardenales don Carlos Oviedo Cavada y don Raúl Silva Henríquez y estimaron conveniente manifestar públicamente su agradecimiento a Dios y al país por el testimonio de vida de estos destacados pastores y por el reconocimiento público que recibieron sus obras. Al considerar su legado, estimaron oportuno vincularlo con algunos aspectos concretos de lo que hoy vivimos en Chile, emitiendo una declaración pública al respecto.
5. Con especial preocupación vieron los Obispos la situación económica de desempleo que afecta a muchos chilenos, en particular a los jóvenes, formulando un llamado a todos para buscar nuevas y eficaces soluciones solidarias. Expresaron también su inquietud por las delicadas situaciones que afectan a nuestros pueblos indígenas, resolviendo adoptar una posición pública al respecto y realizar próximamente un Seminario de Obispos sobre esta importante materia. Y estimaron necesario seguir insistiendo ante la comunidad nacional acerca de la urgencia de encontrar caminos de reencuentro y reconciliación entre todos los habitantes de esta tierra chilena.
6. Finalmente, se decidió que la próxima Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal trate, en forma particular, el tema de los jóvenes, considerando los distintos aspectos de su realidad en estos tiempos así como lo vivido en el Encuentro Continental que se efectuó en Octubre pasado en nuestro país y también la realización de una Misión Juvenil con motivo del Gran Jubileo del año 2000.
† MANUEL CAMILO VIAL RISOPATRÓN,
Obispo de San Felipe
Secretario General del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile