Queridos Hermanos:
Los Obispos de la zona central de Chile, que comprende desde San Felipe hasta Linares, formamos la Provincia Eclesiástica de Santiago.
Nos reunimos durante la reciente Asamblea de la Conferencia Episcopal en Punta de Tralca, para conversar acerca de la dura situación económica que vive una gran cantidad de nuestros compatriotas: muchos han perdido el trabajo, otros viven en la inseguridad propia de los temporeros y hay todavía un sector importante que sufre la extrema pobreza. Hay situaciones extremadamente dolorosas y aflictivas que hieren la dignidad de muchas personas, dan inestabilidad a los hogares, aportan una cuota grande sufrimientos e inciden en un aumento de la delincuencia y de otros males, también frutos de la desesperación.
El recuerdo de los queridos cardenales Raúl Silva Henríquez y Carlos Oviedo Cavada nos impulsa a preocuparnos por todos ellos. También la palabra de todos los cristianos tiene que ser una palabra de amor y de apoyo a quienes quieren liberarse de los graves daños que causa la extrema pobreza y el desempleo, situaciones que ofenden la dignidad de hijos de Dios.
En ocasiones anteriores nos hemos referido a las causas más profundas de los males sociales que nos aquejan. En la actual urgencia hemos pedido con insistencia a trabajadores y empresarios cuidar los puestos de trabajo, aún a costa de renunciar a cosas que son leg1timas. Ahora, junto con renovar ese apremiante llamado, queremos responder a tantas personas que han trabajado en comedores parroquiales y piden a la Iglesia que asuma el ejemplo de caridad que nos legaron nuestros recordados Pastores.
Es cierto que ya no tenemos ayuda del extranjero, porque piensan que Chile es un país desarrollado que ahora puede ayudarse solo. Despleguemos nuestra imaginación para suplir la solidaridad de esas iglesias hermanas.
Cantamos en nuestras liturgias: “Si yo no tengo amor, yo nada soy Señor ... el amor es comprensivo es servicial”. También tiene que ser creativo y eficaz.
Por eso llamarnos a nuestras Parroquias, Colegios, Movimientos e instituciones para que se organicen y todos los Obispos de la Provincia acudan en ayuda de los más necesitados. La Caritas diocesana y parroquial como así mismo los grupos de Ayuda Fraterna tienen aquí una hermosa tarea por realizar.
Las parroquias con mayores recursos pueden apadrinar a las más pobres y estas últimas deben organizarse para canalizar bien esta ayuda de manera que llegue a los más necesitados. Los chilenos somos capaces de organizar nuevas formas de ayuda también a través de las Juntas de Vecinos y de otras organizaciones sociales y somos ingeniosos para descubrir modos de socorro que lleguen a tiempo a quienes necesitan de nuestra solidaridad.
Les hacemos este llamado confiados en su generosa respuesta e imploramos para ustedes y sus iniciativas la abundante bendición de Dios por intercesión de María Santísima, Madre de la esperanza y Reina misericordiosa.
FRANCISCO JAVIER ERRÁZURIZ OSSA
Arzobispo de Santiago
MANUEL CAMILO VIAL RISOPATRÓN
Obispo de San Felipe
GONZALO DUARTE GARCÍA DE CORTÁZAR
Obispo de Melipilla
PABLO LIZAMA RIQUELME
Obispo de Valparaíso y Obispo Castrense
OROZIMBO FUENZALIDA Y FUENZALIDA
Obispo de San Bernardo
JAVIER PRADO ARÁNGUIZ
Obispo de Rancagua
HORACIO VALENZUELA ABARCA
Obispo de Talca
CARLOS CAMUS LARENAS
Obispo de Linares
SERGIO VALECH ALDUNATE
Obispo Auxiliar de Santiago
CRISTIÁN CARO CORDERO
Obispo Auxiliar de Santiago
JUAN BARROS MADRID
Obispo Auxiliar de Valparaíso
LUIS GLEISNER WOBBE
Obispo Auxiliar de Rancagua
