Reflexión del Obispo de Valparaíso para el Año Nuevo

Feliz Año Nuevo

Reflexión del Obispo de Valparaíso para el Año Nuevo

Jueves 03 de Enero de 2008
Feliz Año Nuevo, es lo que todos nos deseamos. Un Feliz 2008. ¿Qué esperamos en el 2008?. Que sea mejor que el 2007, que fue un año complicado, con muchos problemas, con mucha violencia, sobre todo violencia al interior de las familias: mujeres agredidas y muertas; niños agredidos y muertos; suicidios. Algo está pasando en el corazón de los chilenos.

Que el año 2008 sea un año en paz. Pero la paz no brota espontáneamente. La paz es don de Dios y tarea del hombre. Don de Dios porque él sólo puede cambiar nuestro corazón. Pidamos a Dios que nos cambie el corazón, pero también hagámonos artesanos de paz y construir una paz verdadera. Y la paz verdadera sólo se construye en la verdad, la justicia, el amor, la libertad y el perdón.

Precisamente, el 1 de enero la Iglesia celebra la Jornada Mundial de la Paz, y este año, la centramos en la reflexión de que la familia es la primera e insustituible educadora de la paz. Si no hay paz en la familia, no hay paz en el país. Los niños aprenden en la familia a vivir en paz o a ser agresivos. Cambiemos nuestro corazón, vivamos en paz, tratémonos con cariño, pidamos las cosas por favor, démonos las gracias, sonriamos. Haremos paz en nuestro hogar y al ir haciendo paz en los diversos hogares de Chile, haremos de Chile un país más en paz. Pero no olvidemos, la familia es la primera e insustituible educadora de la paz. No olvidemos, la verdadera paz se fundamenta en la verdad, la justicia, el amor, la libertad y el perdón.

Nuevamente, a todos un Feliz Año 2008.

Los bendice de corazón,

† Gonzalo Duarte García de Cortázar ss.cc.
Obispo de Valparaíso

Fuente: Comunicaciones Valparaíso
Valparaíso, 03-01-2008