Punta de Tralca, 7 de mayo de 1999
Queridos catequistas
En nuestra 77a Asamblea Plenaria, los Obispos de la Conferencia Episcopal de Chile hemos estudiado especialmente el tema de la Catequesis.
Podemos dar gracias a Dios por la tarea realizada. La Catequesis Familiar ha sido una valiosa iniciativa de catequesis de adultos y un paso importante para incorporar a las familias en la preparación de sus hijos para la Primera Comunión. La respuesta de las mamás ha sido extraordinaria y quisiéramos que muchos papás, poco a poco, fueran imitando su ejemplo. También los Animadores de Celebraciones de Niños (ACN) han dado un generoso aporte.
Los jóvenes que ayudan a sus compañeros en la catequesis de Confirmación, así como los adultos, que aportan su experiencia de vida, han conseguido valorizar este sacramento tan importante para que el Espíritu Santo nos santifique y nos impulse al apostolado y a construir una Iglesia de más comunión y participación.
La preparación de los novios como también de los padres y padrinos del Bautismo ha conseguido una recepción más fructuosa de estos sacramentos, aunque todavía nos queda mucho para llegar al ideal que Cristo propone a su Iglesia.
Un servicio inapreciable lo dan también los profesores de Religión en la Catequesis Escolar en las escuelas municipales, privadas y de Iglesia.
Al celebrar el día nacional del Catequista, queremos enviarles una palabra de aliento y de gratitud por lo que hacen y seguirán haciendo en esta pastoral. El testimonio de ustedes, el interés con que siguen los cursos y jornadas, la participación en la Eucaristía dominical y el entusiasmo con que se entregan para comunicar su fe permitirá, sin duda, que muchos hermanos se encuentren vitalmente con Cristo y así sus vidas se llenarán de alegría y de fe.
Que el Señor y su Santísima Madre los bendiga.
Los Obispos de Chile