De diferentes puntos de la ciudad, las comunidades parroquiales peregrinaron hacia el Campo de Oración, a los pies de la casa Nazareth, llevando consigo la imagen de la Virgen María, adornada con flores y guirnaldas.

En la ocasión el Arzobispo de Puerto Montt, en la reflexión pidió, con la intervención de la Virgen, desterrar la violencia de todo tipo de los hogares y a convertirlos en lugares de paz y unión. Además, hizo un llamado a los empresarios y legisladores a proporcionar horarios dignos de trabajo para las mujeres, “muchas veces tienen que dejar a sus hijos en horarios nocturnos sin resguardo ni protección adecuada por mantener sus trabajos”

Es importante mencionar además que el Prelado pidió que se valore el trabajo de la mujer en la casa “porque es el primer trabajo, que permite atender su hogar y atender a sus hijos”

En la oración suplicó por los más necesitados, los presos, enfermos, los viajeros y los que están más lejos que con devoción a María, protectora de los hogares, llenen sus corazones de confianza y fe para seguir adelante.

Como todos los años, centenares de niños que habían realizado su Primera Comunión este año se reunieron junto al Pastor Arquidiocesano a rezar el Santo Rosario y escuchar atentamente la Liturgia de la Palabra que finalmente recibieron la bendición del Arzobispo para que sean verdaderos misioneros de Cristo.

Fuente: Comunicaciones Puerto Montt


Puerto Montt, 10-12-2007