Más de dos mil antofagastinos participaron en la procesión y Eucaristía con motivo de celebrarse hoy la Fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María y además se clausura el Mes de María.

La celebración se inició a las 13 horas al interior de la Basílica Corazón de María, con el saludo de los 50 Bailes Religiosos a la imagen de la Virgen María.

Posteriormente, a las 16.30 horas se comenzó la tradicional procesión con la imagen de la Virgen junto a los fieles, el personal consagrado y los bailes religiosos.

La peregrinación comenzó en la Basílica Corazón de María, ubicada en Lord Cochrane, para bajar por calle 21 mayo, continuar por calle 14 de Febrero, luego seguir por calle Sucre y finalmente tomar por Matta, hasta la Plaza Sotomayor.

Este año los establecimientos educacionales, ubicados en las calles por donde pasó la procesión efectuaron pequeños altares alusivos a la celebración.

La Celebración concluyó con una Eucaristía, presidida por el Vicario General del Arzobispado, presbítero Leonel Clavería y concelebrada junto al clero antofagastino.

En su homilía, el Vicario General agradeció la concurrencia de los fieles, como también la masiva participación de los bailes religiosos y saludo a los asistentes en nombre del Arzobispo de Antofagasta, quien se encontraba en Tocopilla presidiendo esta misma celebración, donde estuvo presente la imagen de la Virgen de La Tirana.

Durante la homilía, el Pbro. Leonel Clavería, Vicario General hizo un llamado a los presente cultivar la virtud de la humildad señalando: "Dios no apreció en María su belleza y las muchas cualidades que ella tenía", sino lo que le atrajo fue su humildad y por eso, la eligió para ser Madre de Jesús”.

Explicó, el Vicario General, que hacía esta invitación hoy, porque es difícil ser humilde; porque nos gusta ser el centro de todo, ser los primeros, le damos mucha importancia a las cosas materiales, a todo aquello que nos da prestigio, nivel social, poder y otras cosas que nos dan satisfacciones pasajeras.

Además nos movemos en un mundo de grandes negocios y de fuertes intereses políticos; pero a veces con un desprecio a las cosas espirituales, a los valores trascendente de la familia y muchas veces llegamos hasta la pérdida de lo sagrado y del respeto a la persona humana.

Además, el Pbro. Leonel Clavería les manifestó a los fieles, que sería bueno que al termino de este Mes de María se preguntaran ¿cómo estaban viviendo la virtud de la humildad?, y ¿cómo se la trasmitían esta virtud vivencialmente, con el testimonio de vida, a sus mi familia, a sus mis amigos?

Fuente: Pastoral de Comunicaciones
Arzobispado de Antofagasta


Antofagasta, 10-12-2007