Entre el 20 y el 24 de noviembre de 1995 se ha realizado la 70ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile con la asistencia de todos los Obispos en ejercicio.
Varios temas han sido objeto de nuestra reflexión.
Se comenzó con una tarde de reflexión y oración en torno a la misión y espiritualidad del Obispo de cara al año 2000. Dicha reflexión fue conducida por Mons. Bernardino Piñera, Arzobispo emérito de La Serena.
Un segundo tema importante fue el relacionado con la cuenta entregada por el Presidente y por la Comisión Pastoral al término de su periodo de servicio por tres años, como así mismo de la situación económica de la Conferencia Episcopal y de las proyecciones para el próximo trienio.
Posteriormente se procedió a elegir la nueva directiva de la Conferencia y las diversas Comisiones Episcopales, cuya nómina se adjunta.
Los Obispos trataron con mucho interés el tema del clero, porque son sus inmediatos colaboradores. Valoraron su trabajo a lo largo de Chile y desean ofrecer les posibilidades de cursos de formación permanente, preocupándose así de su crecimiento espiritual y humano.
Se estudió la realidad actual del funcionamiento de la CALI (Contribución a la Iglesia) y de un plan de trabajo en este campo para el futuro. Se analizaron las recomendaciones que se hicieron al nuevo Comité Permanente y a la nueva Comisión Pastoral, en orden a las prioridades pastorales y a la organización misma de las Áreas Pastorales, para prestar un mejor servicio a las diócesis.
Se analizó también, con la ayuda de Don Alberto Etchegaray, la situación del país, especialmente en los impactos de la economía en la lucha contra la pobreza. Se procurará elaborar con posterioridad una carta pastoral sobre este tema encomendando al Comité Permanente la responsabilidad de llevar a cabo esta iniciativa.
Se ha estudiado, igualmente, la forma como se preparará la realización en nuestra patria del Jubileo del año 2000 a que nos ha convocado el Santo Padre.
El día miércoles en la tarde se contó con la visita del Señor Nuncio Apostólico, Mons. Piero Biggio quien agradeció los servicios de la directiva saliente y formuló votos por el buen éxito de las labores de la nueva directiva.
Punta de Tralca, 24 de noviembre de 1995