"Esperamos que la Corte Suprema ponga las cosas en su lugar"

Cardenal Errázuriz:

"Esperamos que la Corte Suprema ponga las cosas en su lugar"

 
Domingo 18 de Julio de 2004
Confiado en que "la Corte Suprema ponga las cosas en su lugar" se manifestó el Cardenal Francisco Javier Errázuriz al ser consultado sobre el dictamen judicial que considera al Arzobispado de Santiago como co-responsable de los delitos que cometió el ex clérigo José Andrés Aguirre.

En una entrevista a El Mercurio, el Cardenal afirma que, si fuera justo, el Arzobispado está dispuesto a pagar si se le condena a una indemnización solidaria. "Lo justo se hace. Pero nosotros creemos que no es justo. Y esperamos que la Corte Suprema ponga las cosas en su lugar", sostuvo.

Sobre la entrevista que tuvo Mons. Tomás González, Obispo de Punta Arenas, con el magistrado que investiga el caso Spiniak, el Cardenal le restó toda importancia. "Desde ningún punto de vista. Que un juez, dentro de todos los nombres que se han dado, equivocados o verdaderos, le pregunte a alguien si alguna vez conoció a otro..."

Sobre la acusación por obstrucción a la justicia que se hace al Obispo magallánico, el Cardenal Errázuriz se manifestó convencido de que su hermano obispo no le prohibió volver a Chile al P. Víctor Hugo Carrera. "Estaba preocupado; no tenía confianza en que se le hiciera un juicio objetivo. Creo que jamás le ordenó eludir a la justicia", explicó.


Responsabilidad arzobispal

En relación a la sentencia de la Corte de Apelaciones en el caso del ex clérigo José Andrés Aguirre, Mons. Errázuriz sostuvo que no le encuentra justificación al fallo. "Me ha hecho pensar que a la gente, y a estos jueces, les cuesta entender la relación de un obispo con un sacerdote", argumentó.

Enfatizó que Aguirre era subordinado suyo en su misión pastoral. Y relató: "...cuando llegó la denuncia, actuamos inmediatamente. Investigamos. En este caso concreto, en cuanto hubo certeza de los hechos, el Vicario Episcopal le pidió que se retirara de su trabajo. Inmediatamente tratamos el tema en el consejo de gobierno de la diócesis. Nombramos un sacerdote - profesor de derecho canónico- para que reuniera todos los antecedentes. Tuve una entrevista con el padre Aguirre, quedó suspendido de sus funciones sacerdotales. Se inició el proceso interno de la Iglesia; las actas las enviamos una semana después a la Santa Sede. Todo ocurrió en tres semanas. No sé si se puede proceder con mayor rapidez. Ningún tribunal lo hace. Y estando él fuera de Chile, siendo requerido por la justicia, se le comunicó que era su deber, como chileno, presentarse. Así lo hizo, y colaboró con el tribunal. El proceso canónico concluyó con una medida muy dolorosa para él, peor que la prisión: la pérdida del estado clerical".

Sobre la afirmación judicial de que no habría existido la atención suficiente - por parte de la Iglesia- para haber evitado los delitos de que se acusa a Aguirre, el Cardenal recordó que en el orden civil los sacerdotes diocesanos tienen una gran libertad; no puede responder a la jerarquía por cada uno de sus actos. "Si un sacerdote no respetara las leyes del tránsito y chocara, si firmara a título personal un cheque sin fondo, si se pusiera furioso con alguien que lo insulta y lo hiriera con un fuerte golpe, ¿cómo se quiere que el Obispo lo impida, que esté en ese momento presente, al lado? No es racional exigirlo", puntualizó.

Consultado sobre la información que la Iglesia habría tenido respecto de una hija de Aguirre, el Arzobispo recordó que su predecesor, el Cardenal Carlos Oviedo, dejó el cargo cuando estaba muy enfermo, pocos meses antes de morir. "No pudo transmitirme la información confidencial que tenía, por ejemplo, sobre esa niña que quedó esperando familia. Tuve conocimiento de ella cuando estalló el caso", expresó el Cardenal Errázuriz.


Pago en justicia

El Arzobispo afirma no estar seguro de que la Corte Suprema confirme el fallo. "El dinero habría que pagarlo sólo si el Arzobispado de Santiago fuera considerado corresponsable. En cuanto a la acusación en contra mía, hicimos lo que teníamos que hacer, con celeridad, dispusimos las medidas necesarias apenas tuvimos conocimiento. No nos cabe la responsabilidad de un director de internado o de un hogar de menores".

Agregó que el Arzobispado prefirió no buscar acuerdos extrajudiciales, sino enfrentar esta materia en los tribunales. "Que ellos establezcan si hechos de esta naturaleza son sólo de responsabilidad personal o también institucional. Si en justicia hubiere que pagar algo, hay que hacerlo. Aunque en la Iglesia de Santiago hay un déficit muy grande. Sería injusto emplear para esto los aportes que dan los fieles para fines pastorales. Pero si fuera necesario vender algo ¿una capilla, una casa parroquial, otra cosa? No quisiera especular acerca de un escenario en que nos asiste la convicción de no ser responsables en lo civil", precisó.

"Lo justo se hace. No sé cómo, pero nosotros creemos que no es justo. Y esperamos que la Corte Suprema ponga las cosas en su lugar", apuntó.

Al abordar otras denuncias por abusos, el Cardenal recordó que durante mucho tiempo las debilidades o errores de los sacerdotes, jueces, parlamentarios y altos gobernantes se cubría con el silencio sus faltas morales.

Al respecto, en la búsqueda de causas, manifestó que la "erotización que se ve en quioscos, la televisión y tantos lugares, hace que esto aumente. Se cometen también muchos abusos de niños entre parientes y por amigos del hogar. Y no todos los casos que aparecen en los medios son verdaderos. Se condena, a veces, a través de los medios, antes que haya constancia de culpabilidad", aclaró.


Padre Jolo y Canal 13

Requerido sobre la participación del sacerdote José Luis Artiagoitía en el caso Spiniak, reiteró que también en tribunales se puede dañar a personas, mencionándolas de manera irresponsable. Aclaró que cuando dijo que no ha encontrado fundamentos suficientes, ello no significa que eventualmente no existan.

"Mientras los jueces no sentencian, nadie debiera lanzar sentencias condenatorias. Y en este caso, la cantidad de falsedades que han circulado, me lleva a tomar distancia en cuanto a afirmar qué es verdad y qué no lo es", explicó.

Ante la pregunta ¿Se juega por el senador Jovino Novoa?, el Cardenal Errázuriz respondió: "Yo me jugaría incondicionalmente por Jesucristo y la Virgen María. Sin embargo, no se puede enlodar a una persona que ha dado lo mejor de sí en el servicio público, que tiene un buen nombre en la sociedad. Por lo menos en todas estas situaciones hay presunción de inocencia".

Sobre si Canal 13 debió consultarle si emitía la entrevista de la llamada "testigo clave", Gemma Bueno, el Cardenal recordó que el canal tiene sus propias autoridades y él no tiene poder de decisión en el Canal. "Es el canal de la UC y creo que debió consultarle al Consejo o al Pro-rector que se encontraba en Chile", agregó.

Añadió que la Universidad Católica dotó al canal a comienzos de este año de una organización que garantice su línea editorial. "Hay gente que quiere un golpe de autoridad mío para solucionar los problemas ¿con las atribuciones que no tengo? Olvidan que el canal es de la Universidad y no del Arzobispado.También aquí cada uno debe asumir su responsabilidad en lo bueno y en lo malo. En lo que a mí se refiere, manifiesto con claridad mi pensamiento y valoro mucho a las personas que componen el Consejo de la Corporación televisiva", dijo.


Las buenas noticias

Expresó el Cardenal Errázuriz que ser Obispo es una tarea muy hermosa. "Vivo compartiendo la alegría de la fe de un sinnúmero de personas y de sus comunidades. También la dedicación de sacerdotes, religiosos y diáconos que dan lo mejor de sí por servir a la gente y suscitar la adhesión a los caminos del Evangelio. Mucha gente joven busca a Jesucristo", sostuvo.

Añadió que ve a la Iglesia creciendo y muy viva. Puso como ejemplo las peregrinaciones juveniles, los clubes de adultos mayores, las colonias urbanas, los talleres y programas formativos de la pastoral familiar, la presencia educativa en sectores pobres, la creciente pastoral de los trabajadores y el abnegado aporte voluntario de 20 mil catequistas, sólo en Santiago. "Ésta es la Iglesia que me gustaría mostraran los medios de comunicación", concluye el Arzobispo.

Ver entrevista completa de El Mercurio
Santiago, 18-07-2004