Durante casi 5 días, desde el lunes 18 hasta el viernes 22 de abril, todos los Obispos de Chile, en un ambiente muy fraterno, hemos estado reunidos en nuestra primera Asamblea Plenaria de 1994, en Punta de Tralca. Nos acompañó al comienzo el Señor Nuncio Apostólico, y también el Señor Cardenal Fresno.
1.- La iniciamos con un día de oración y reflexión, en torno a la extraordinaria figura de ese hombre de Dios que fue el P. Alberto Hurtado, cuya próxima beatificación esperamos traiga grandes frutos para la Iglesia y la sociedad.
2.- Estudiamos el tema de la extrema pobreza en nuestro país, analizando los diversos desafíos que surgieron en el Seminario sobre la “Superación de la pobreza” que un grupo de 16 Obispos realizamos en el mes de marzo recién pasado en Santiago.
Se analizó la abismante desigualdad existente, y se vio la urgencia de educar en un estilo de vida austero y solidario, considerando que somos solamente “administradores” de los bienes de este mundo, y que nuestro destino final es la vida eterna.
3.- Se acordó preparar una Carta Pastoral sobre esta materia, buscando una amplia participación en su elaboración.
A la vez se solicitará a la Comisión “Justicia y Paz” del Episcopado que estudie la valiosa propuesta del Papa Juan Pablo II, referente a un “sueldo familiar” para la mujer que debe quedar en casa al cuidado de sus hijos.
4.- En relación al tema de la familia, aprobamos un Programa que -como Iglesia- queremos promover en este Año Internacional de la Familia, en particular la oración en familia; la proclamación de la Buena Nueva del matrimonio y de la vida familiar; y el testimonio de fe y amor con las familias más necesitadas, inspirados en la reciente Carta del Santo Padre a las familias.
En ese contexto queremos trabajar en fortalecer los grandes valores de la familia, núcleo fundamental de la sociedad humana como de la Iglesia.
Asimismo, hemos elaborado un Mensaje dirigido a todas las familias de Chile, titulado “Familia. Camino de Amor”, alentándolas en nombre del Señor a llevar su vida con alegría y esperanza, a pesar de sus dificultades.
6.- También hemos dedicado tiempo a la preparación de nuestra próxima “Visita ad Limina”, en que los Obispos chilenos iremos a encontrarnos con el Santo Padre Juan Pablo II y sus cercanos colaboradores. Un grupo irá en el mes de mayo y otro en octubre, coincidiendo con la beatificación del P. Alberto Hurtado en Roma.
7.- Igualmente, hemos analizado otros temas, entre ellos, la necesidad de un mayor compromiso de los fieles católicos en el financiamiento de su Iglesia; el desarrollo de las Caritas diocesanas; y las orientaciones pastorales para el bautismo de párvulos y la formación de catequistas.
Hemos expresado, en una carta, nuestra gratitud y reconocimiento al P. Baldo Santi por su generosa labor en el plano caritativo y en la atención de los enfermos de SIDA.
8.- Nuestra oración de estos días ha tenido presente la necesidad de la paz en el mundo y en nuestra patria, implorando la bendición de Dios para todos, especialmente los que sufren.
Punta de Tralca, 22 de abril de 1994
† Fernando Ariztía Ruiz
Obispo de Copiapó
Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile
† Cristián Caro Cordero
Obispo Auxiliar de Santiago
Secretario General de la Conferencia Episcopal de Chile