La Iglesia de Calama despidió al diácono Juan Velásquez Rubio en emotiva Misa de Exequias
Con profunda emoción, la Iglesia de Calama despidió al diácono permanente Juan Velásquez Rubio, quien falleció este sábado, con una Misa de Exequias en el templo Catedral y que fue presidida por el Padre Enrique Olivé y concelebrada por sacerdotes y diáconos de la diócesis. La ceremonia reunió a familiares, amigos y fieles que quisieron rendir homenaje a su legado de amor a Dios y entrega al servicio comunitario.
Durante su homilía, el Padre Enrique Olivé destacó la historia de fe y compromiso del diácono Velásquez Rubio, subrayando su dedicación al servicio del altar y su entrega a los más necesitados. "En la muerte de un ser querido, la pena entra en nuestro corazón, pero la Iglesia nos invita a descubrir que la muerte es una puerta de entrada a la eternidad", expresó el sacerdote, quien recordó la activa participación del fallecido en la parroquia San Pablo y en las actividades solidarias de la diócesis.
El diácono Juan Velásquez Rubio fue un referente en la comunidad, destacando su labor en las Colonias Infantiles de la Iglesia de Calama, donde organizó y dirigió durante años la asistencia a cientos de niños en situación vulnerable. "Algunos de los presentes aquí fueron testigos de su trabajo incansable en momentos difíciles, logrando llevar alegría y esperanza a muchas familias", añadió el Padre Olivé.
La Eucaristía concluyó con un llamado a la oración por su eterno descanso, recordando que su vida fue testimonio de servicio y fidelidad a la misión de Cristo. "Dios no nos ha creado para el dolor, sino para la alegría. Debemos esperar la felicidad plena que nos promete en su Reino", afirmó el sacerdote.
La despedida de Juan Velásquez Rubio deja un vacío en la comunidad, pero también un legado de fe y amor al prójimo que perdurará en el recuerdo de quienes compartieron su caminar.
Por su parte los hijos de Juan Velásquez destacaron el enorme legado que dejó su progenitor en la familia en la que su amor al prójimo, vocación de servicio, amor a Dios y a la Virgen marcó toda su niñez y que se extendió a sus nietos como una lección de vida que buscarán preservar para al igual que su padre gozar de la vida eterna.
Fuente: Comunicaciones Calama
Calama, 17-02-2025