La parroquia San Andrés de Ciruelos, de la comuna de Pichilemu, celebró el 17 de noviembre la tradicional cabalgata en honor a su santo patrono, que se realiza desde hace 15 años. Según el padre Claudio Fuenzalida Piña, administrador parroquial, esta tradición comenzó para culminar la peregrinación de San Andrés por las 11 comunidades de la parroquia y acompañar a la imagen en su regreso al templo.
“Desde temprano, los huasos parten desde localidades como Cahui y Espinillo, reuniéndose para trasladar al santo. Este año, fueron más de 200 personas, lo que demuestra cómo esta tradición ha crecido en fe y participación”, expresó el sacerdote.

El recorrido de tres horas partió desde la capilla Nuestra Señora de Fátima de Espinillo. “En el trayecto hacemos una parada en El Boldo, donde los vecinos reciben al santo con pétalos de flores y un arco decorado. También es un momento de compartir: se ofrece bebida y un poco de ponche a los huasos”, relató el padre Fuenzalida, destacando la calidez y entrega de la comunidad.

Una expresión de fe y cultura
El padre Claudio enfatizó que la cabalgata no es solo un evento cultural, sino una manifestación de la fe viva de las comunidades rurales. “Desde septiembre, la imagen de San Andrés visita cada domingo una de las capillas de la parroquia. Es una forma de llevar la presencia del santo a los hogares, que culmina con esta gran procesión”, explicó.

Al llegar al templo, la jornada continuó con una misa solemne, enriquecida por la música religiosa de un grupo de Valparaíso. Posteriormente, el ballet folclórico Antumapu presentó danzas alusivas a la Virgen de la Tirana, Rapa Nui y la cueca chilena.

“Un símbolo de unidad”
“Esta cabalgata representa nuestra fe, pero también la unión de nuestras comunidades. Es emocionante ver cómo la devoción al santo sigue creciendo año tras año”, reflexionó el sacerdote.

Así la comunidad se prepara para festejar el 30 de noviembre la fiesta del apóstol San Andrés en Ciruelos.

Fuente: Comunicaciones Rancagua
Rancagua, 19-11-2024