Jóvenes y adultos de todas las comunidades educativas pastorales de SDB y FMA, que son parte de los diversos grupos asociativos del MJS. Y delegaciones de Bolivia, Argentina, Colombia y Paraguay participaron del último hito de este año que celebró los 50 años del Movimiento Juvenil Salesiano: el Campobosco, realizado en la Hacienda Picarquin, ubicada en Francisco de Mostaza, desde el 30 de octubre hasta el 3 de noviembre.

El encuentro profundizó en el sueño que tuvo Don Bosco a los nueve años y para ello se preparó y presentó la serie “El Sueño Que Hace Soñar”, obra audiovisual, resultado del trabajo conjunto entre Salesianos, Hijas de María Auxiliadora y Centro Multimedial Caetera Tolle del área de Comunicaciones de la Congregación.

El campamento contó con talleres formativos, momentos de oración, celebraciones eucaríssticas y tardes oratorianas cargadas de color, bailes y juegos recreativos. Y la presencia de la banda Bosco Sonora que hizo cantar y bailar a los miles de asistentes.

Participaron los provinciales de los Salesianos e Hijas de María Auxiliadora, P. Nelson Moreno y Sor Ximena Oyarzo, respectivamente, y también los Delegados de Pastoral Juvenil, P. David Rivera y Sor Karen Vivanco, quienes expresaron estar viviendo “una verdadera fiesta”.

Durante la inauguración del evento, el Inspector de los Salesianos en Chile, P. Nelson Moreno, dirigió unas palabras a los jóvenes presentes en el campamento.

“Somos uno de los movimientos juveniles pastorales más grandes de Chile y nuestra sociedad necesita jóvenes comprometidos que vivan grandes sueños. Chile necesita de los salesianos y de ustedes, ¡que siga este espíritu vivo!”.

Durante el campamento, se vivió un momento especial de memoria agradecida y se hizo entrega de un reconocimiento a la primera generación de monitores de las Colonias Villa Feliz realizadas en 1974, génesis del MJS en Chile.

En representación de ellos estuvo el sacerdote salesiano P. Hugo Strahsburger, quien recibió un galvano de manos del Inspector, P. Nelson Moreno, símbolo de agradecimiento por lo que fue esta iniciativa que nació de Dios y del Espíritu.

El tercer día estuvo marcado por un emotivo momento de adoración al Santísimo que tuvo como centro el texto bíblico de ser sal y luz, que invitó a los jóvenes a acercarse a Jesús presente en el sacramento de la Eucaristía.

El campamento concluyó con el cierre de los talleres y se llevó a cabo una verdadera fiesta para capear el calor: juegos inflables, juegos con agua y la visita de bomberos. Luego, la celebración de la Eucaristía por grupos.

Posteriormente se realizó la fiesta Mainbo Fest, gran momento de cierre del Campobosco.

La clausura tuvo como centro el protagonismo juvenil. Varios de ellos enviaron saludos a sus amigos y familias a través de la transmisión en vivo, de realizar los gritos de sus colegios y contar sobre su experiencias en el campamento.

La banda Bosco Sonora encendió la fiesta con música y baile, al ritmo del cancionero salesiano, cumbias, rancheras y reggaeton.

Fuente: Comunicaciones Salesianos Chile
Mostazal, 04-11-2024