Monseñor Guillermo Vera, Obispo de Rancagua: “En Chile nadie sobra”

Te Deum

Monseñor Guillermo Vera, Obispo de Rancagua: “En Chile nadie sobra”

En la Parroquia San Francisco de Asís de Rancagua se reunieron el 18 de septiembre fieles y autoridades a orar por Chile. Es así como en un Te Deum, presidido por el obispo de Rancagua, Mons. Guillermo Vera, se agradeció a Dios por la Patria que nos ha dado.

 
Miércoles 18 de Septiembre de 2024
Entre los asistentes se encontraban el gobernador regional, Pablo Silva; el delegado presidencial, Fabio López; el diputado Diego Shalper; el alcalde de Rancagua, Emerson Avendaño; entre otras autoridades civiles; representantes de la Fuerzas Armadas y de Orden, voluntariados, además de consagrados y de feligreses de distintas parroquias de la diócesis.

“Hoy en el cumpleaños de Chile hemos de reconocer con humildad y dolor que lo anterior no lo hemos sabido vivir y que por eso el alma de Chile está resentida, hay crisis de confianza, hay corrupción, hay violencia que nos asusta, hay hechos concretos que nos dicen que no estamos tan bien como creíamos, ya que en no pocos casos no hemos cumplido con toda entrega y transparencia nuestra misión”, dijo el obispo en su homilía.

Señaló además monseñor Vera que: “Chile necesita de muchos héroes, hombres y mujeres que no se dejen arrastrar por aquellos estilos de vida donde pareciera que solo importa el éxito personal, la felicidad propia, el tener sobre el ser, y sean al contrario hombres y mujer que arrastren con su ejemplo de sencillez, austeridad, orden, generosidad, honradez. Quienes son autoridad y quienes aspiran a cargos de servicio tratemos de no olvidar esto”.

Recordó los problemas del país precisando que “junto a la alegría que sentimos por los avances alcanzados en nuestra Patria, nos apena ver que en Chile se piense que seremos más modernos, más justos, más felices, con leyes como las que promuevan el aborto o la eutanasia, no, este no es el camino recto, debemos promover más el encuentro y el cuidado de todas las personas, debemos ser capaces de arrodillarnos, velar y cuidar de los más desvalidos y vulnerables y entre ellos los no nacidos y los enfermos, que ellos sientan que en Chile hay manos para acoger y acariciar, para consolar y no para destruir. Un país será grande de verdad cuando los suyos sean más felices, cuando estén más seguros”.

Y llamó a que en Chile nadie se sienta excluido: “En Chile nadie sobra, Chile necesita de sus niños y jóvenes de sus adultos y mayores y hoy también de los que nos han mirado como una tierra de esperanza y posibilidades. Chile, una mesa para todos”.

Finalmente, al terminar el Te Deum, con los presentes entonando el himno patrio resonó un sentido : Viva Chile.

- Ver texto completo de la homilía

Fuente: Comunicaciones Rancagua
Rancagua, 18-09-2024
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