Diácono y relator de historias del mundo rural

Diácono y relator de historias del mundo rural

A los 94 años falleció el diácono permanente Francisco Díaz Núñez el pasado 14 de julio, dejando un fuerte recuerdo de su servicio a sus hermanos de la parroquia de La Huerta del Mataquito y en los diversos lugares donde siempre estuvo dispuesto a ayudar.

Jueves 18 de Julio de 2024
Al momento de su partida don Pancho fue velado en casa del sector Orilla de Valdés, siendo trasladado el lunes 15 a la sede parroquial de La Huerta en donde se celebró una misa a las 19:00 horas, siendo presidida por Mons. Galo Fernández y concelebrada por numerosos sacerdotes y diáconos de nuestra Iglesia Diocesana de Talca.

En la homilía el padre Galo indicó que despedíamos con afecto y gratitud a don Francisco: “Ya sabíamos que estaba cerca el momento, se fue complicando su salud con los años. Siempre buscó permanecer ejerciendo su ministerio y su servicio; él quería siempre participar de la liturgia hasta que la fuerza le acompañó”.

“Estamos expresándole este homenaje, este reconocimiento de amor, de gratitud por tantos años de servicio a la gente, a las comunidades, a la Palabra de Dios. El ‘93 se ordenó diácono, pero ya mucho antes ejercía su ministerio. Supo conjugar su amor en la tierra, su responsabilidad de esposo y de padre para estar disponible al servicio de las cosas de Dios. Yo mismo me siento testigo de ello, de cómo tenía una capacidad para estar descubriendo la presencia de Dios en todos los espacios, en la naturaleza, en la vida de la gente. Si hay algo que podemos destacar en la vida de don Francisco, fue su capacidad de amar especialmente a los más pequeños”, mencionó el obispo de Talca.

Sus exequias se realizaron en la mañana del martes 16 de julio, siendo llevado al Cementerio Parroquial de La Huerta.

Su testimonio
Don Francisco Díaz Núñez nació el 25 de junio de 1930. Estaba casado con la señora Adriana Canales y tuvieron 12 hijos. Desde su juventud se sintió llamado a participar en la Iglesia. El 19 de marzo de 1972 fue instituido ministro y tras varios años de insistencia -como él mismo reconocía- don Carlos González lo convence para prepararse al diaconado permanente, siendo ordenado el 17 de octubre de 1993 en la parroquia San Policarpo de La Huerta del Mataquito.

“Recuerdo que don Manuel Larraín me entregó un cirio en la iglesia La Matriz de Curicó, y me dijo: ‘Francisco, te entrego este cirio encendido y espero que esta luz permanezca así, que nunca se apague la fe en tu alma’. He tratado de servir medianamente al Señor de ese modo”, recordó en 2021 cuando le fue entregada la Cruz de la Diócesis de Talca por su servicio misionero.

Y añadió: “Soy un simple campesino, no tuve demasiados estudios. Le rehuí al diaconado hartos años hasta que don Carlos González me dijo: ‘Dios te quiere tal como eres’. Si Dios me aceptaba tal como soy no había por donde perderse (…) el diaconado me gusta porque si uno ve a alguien con mucha necesidad puede tenderle una mano, el mismo Cristo dijo que había más alegría en dar que en recibir. Siempre doy gracias a Dios porque todo lo bueno viene de él”.

Don Francisco también será recordado por sus cuentos tradicionales, sus historias, los poemas que escribió. Hace un par de años publicó el libro “Historias y cuentos del mundo rural”.

Fuente: Comunicaciones Talca
La Huerta del Mataquito, 18-07-2024
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