Carmelitas Descalzas y parroquia Nuestra Señora del Carmen festejaron especialmente a la Madre de Chile

Carmelitas Descalzas y parroquia Nuestra Señora del Carmen festejaron especialmente a la Madre de Chile

Con la celebración de la Santa Misa, y distintas expresiones de devoción a la Madre del Señor, comunidades de la Diócesis de Osorno festejaron, este martes 16 de julio, la Solemnidad de Nuestra Señora del Carmen.

Miércoles 17 de Julio de 2024
En el Monasterio de Santa María Madre de la Unidad, junto a las monjas de claustro, sus familiares, devotos y fieles de la Madre y Reina de Chile, el obispo de la Diócesis de Osorno, Carlos Godoy Labraña presidió la fiesta eucarística, acompañado del padre Juan Aros, párroco de la parroquia Reina de los Mártires, y el Fray Alberto, religioso oriundo de Puerto Octay, perteneciente a la Fraternidad del Camino. También apoyó el servicio en el Altar, el diácono Juan Carlos Mardones.

Como es tradición, en la oportunidad el Pastor de la Iglesia local bendijo los escapularios y dijo: “para aquellos que quieran recibirlo, y revestirse de la Virgen del Carmen. Ponerse bajo su manto con mucha devoción y también conscientes de que María quiere caminar a nuestro lado”. Inmediatamente después, los presentes recibieron dicho signo de manos del obispo y el sacerdote diocesano.

Antes de finalizar la Santa Misa, monseñor Carlos también felicitó “a las monjas de claustro presentes, y a quienes están asociadas al Carmelo participando de la espiritualidad carmelitana y a todas las Carmen presentes en la asamblea”.

Fiesta Patronal en Parroquia Nuestra Señora del Carmen
Con la presencia de autoridades militares y civiles, se llevó a cabo la celebración de la Solemnidad de Nuestra Señora del Carmen en Osorno. La fiesta eucarística se inició con el ingreso de una pareja de huasos del grupo “Amigos de la Cueca”, portando el emblema patrio que, al llegar al Altar fue ubicado al costado derecho de la imagen de la Patrona de Chile.

En la procesión, por la nave central del templo parroquial, tras la bandera chilena, la presencia del Obispo de la Iglesia de Osorno, junto al párroco, padre Mauricio Bello; y al diácono Manuel Bustos al son del canto de entrada que entonó el coro folclórico de la misma agrupación, acompañado por la asamblea presente.

Al momento de la ofrenda, fue puesto sobre el Altar, el pan y el vino “fruto de la tierra y el trabajo de nuestros hermanos. También presentan una Bandera Nacional, símbolo de la historia de nuestra patria”, leyó el guía de la celebración.
Antes de la bendición final, el grupo de huasos “Amigos de la Cueca” también ofrecieron dos piezas del Baile Nacional a los pies de la imagen de la Virgen del Carmen, en que los presentes disfrutaron y participaron con alegría del hermoso espacio.

Mensaje del Obispo Carlos Godoy
Durante su homilía, el Pastor de la Iglesia local, reflexionó en torno al evangelio de las Bodas de Caná, y dijo que es importante recordar “que el banquete de bodas es símbolo de la alianza de Dios con su pueblo” y señaló que “Las Bodas de Caná es una representación de lo que Jesús inaugura con su ministerio: el Reino de Dios, y el llamado está también representado en la conversión del agua en vino, y que viene a significarnos bienes que ofrece la presencia del que viene de lo alto”.

“La Madre de Jesús, siempre atenta a los detalles, se da cuenta que falta vino, y está preocupada porque la fiesta está en peligro, pero lo más importante es que Ella confía en Jesús”, dijo y explicó “es por eso que, quien acude a María no se equivoca nunca, porque Ella siempre lleva a Jesús”.

Dijo que “en una cultura campesina, en Galilea, el vino representa la alegría y el amor; y si falta la alegría y el amor, en qué puede terminar una convivencia”, tanto en una relación de pareja, en una comunidad, en la diócesis, en la Iglesia. “Animado por su Madre, Jesús interviene en la fiesta convirtiendo el agua en vino”, añadió.

Enfatizó entonces que “será todo un desafío para nosotros, dejar que nuestra Iglesia, que nuestras instituciones, que nuestras comunidades, y dejar también que nuestras familias puedan recibir la intervención del Jesús que nos presenta el Evangelio de la alegría, un Jesús que nos abre al corazón misericordioso del Padre, un Jesús que dice que no solo hay que perdonar siete veces, sino hasta setenta veces siete, un Jesús que exige la renuncia de sí mismo para servirlo, un Jesús que ha dicho que si no somos capaces de cargar con nuestras cruces, entonces no somos dignos de seguirle”.

Continuó su mensaje, y señaló que “en el patio de la casa de esta familia, había seis tinajas de piedra, nos cuenta el texto, destinadas a la purificación. Es evidente que las tinajas representan la piedad religiosa de aquella familia que quiere vivir de forma pura ante Dios, pero algo falta en eso”, añadió el obispo, y agregó que “La intervención de Jesús va a introducir alegría y amor a esta forma de vivir la religión, pero falta una tinaja para que el número perfecto esté presente en la vida; ¿Cuál tinaja falta?, la séptima tinaja es el corazón de todos nosotros, y de aquel que se acerca a Jesús a través de su Palabra, aquel que se puede encontrar con Jesús a través de este texto bíblico, pensando sobre todo que es en su corazón donde Jesús quiere intervenir, y ofrecer alegría y amor”.

Aseguró que “Jesús puede introducir alegría y amor también en nuestras familias, en nuestras comunidades religiosas, en nosotros mismos. Yo pienso que la gran invitación de este día es que dejemos que Él transforme nuestras vidas e introduzca la alegría y el amor que necesitamos. María es ese corazón, lleno de alegría y de amor, y es por eso que podemos reconocerla como modelo de transformación”.

“En la tinaja de su corazón se ha transformado, el miedo, el temor y las preguntas, en confianza y esperanza. Es cierto que no hay pecado en ese corazón porque es inmaculado, sin embargo, lo inmaculado de su corazón, no le quitó en su momento, sentir dudas, temor que son cosas tan humanas (…) entonces el corazón de María también nos puede ayudar tanto a reconocer la gran oportunidad que tenemos de dejarnos transformar por el Señor que nos quiere nuevos, que nos quiere alegres y llenos de amor”, finalizó su mensaje el obispo de Osorno.

Fuente: Comunicaciones Osorno
Osorno, 17-07-2024
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