Los fieles se reunieron con velas encendidas y portando carteles, lienzos y banderas representativas de sus parroquias, creando un ambiente de profunda devoción y comunidad al ir avanzando por el Paseo Estado, de la capital regional.
El jueves 30 de mayo, el Decanato de Santa Cruz de Triana, que comprende parroquias de Rancagua y Machalí, vivió una participativa celebración de Corpus Christi con una procesión que partió desde la parroquia San Francisco de Asís y culminó en la Catedral de Rancagua.
La procesión comenzó a las 18 horas y contó con la participación de las parroquias del decanato, demás de los colegios de la comuna. Es así como las estaciones estuvieron a cargo de distintos establecimientos educacionales, entre ellos: Instituto Inglés, Instituto O’Higgins, Sagrado Corazón, Colegio La Cruz, San Sebastian School.
Los fieles se reunieron con velas encendidas y portando carteles, lienzos y banderas representativas de sus parroquias, creando un ambiente de profunda devoción y comunidad al ir avanzando por el Paseo Estado. La caminata de fe finalizó en la Catedral de Rancagua, donde se ofició una liturgia en honor al Santísimo Sacramento.
En ella, realizaron la oración universal representantes de todas las parroquias junto a sus párrocos.
Es importante destacar que, dado que el día de Corpus Christi no es feriado en Chile, y en las comunidades parroquiales será celebrado el domingo 2 de junio. En esa fecha, también se realizarán procesiones, misas y adoración al Santísimo Sacramento, permitiendo que más fieles puedan participar en esta significativa festividad religiosa.
La celebración de Corpus Christi en la Diócesis de Rancagua reafirma la fe y la unidad de la comunidad católica, resaltando la importancia de la Eucaristía en la vida de los creyentes.
Así lo destacó el Obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera, quien recordó que, en cada misa, los creyentes reciben el Cuerpo y la Sangre de Cristo en la Eucaristía, destacando el profundo acto de amor de Cristo al entregarse en ella. “Con un deseo de lo profundo de su corazón, Jesús quería encontrarse con los suyos y en aquella última cena dejarles el alimento que les daría fuerzas para el camino de la vida, que sería un anticipo del cielo, un consuelo en medio de las dificultades. Por un profundo amor de su corazón, Jesús se quedó con nosotros, ¡cómo hemos de valorar la Santa Misa, y de ella sacar la fuerza para amar y servir y así ser testigos del amor de Jesús!”, expresó.
Fuente: Comunicaciones Rancagua
Rancagua, 31-05-2024