Un verano de formación y compromiso: Catequistas de la Iglesia de Santiago fortalecen sus raíces

Un verano de formación y compromiso: Catequistas de la Iglesia de Santiago fortalecen sus raíces

Las Escuelas de Verano 2024 reunieron a cientos de catequistas que participaron en una veintena de talleres, transformando la primera quincena de enero en un período de aprendizaje y conexión espiritual.

Viernes 19 de Enero de 2024
“Participar en las Escuelas de Verano fue como un renacer. La variedad de contenidos nuevos me permitió adentrarme en la catequesis con una nueva perspectiva. Creo que la catequesis necesita cambios profundos, no solo la Bautismal. Ahora, con este nuevo itinerario, es más profunda y está dedicada al crecimiento de la fe”, expresó Jorge Romo de la parroquia Santa María de la Esperanza de Maipú, quien participó en el curso del Nuevo Itinerario para la Catequesis Bautismal de la Zona Oeste.

Al igual que Jorge, cientos de catequistas participaron en las Escuelas de Verano 2024. En sus propias voces, recogemos sus experiencias que, unidas, se traducen en una renovación para la catequesis, en aprendizaje y compromiso.

El Director del departamento de Catequesis, padre Rodrigo Cordero, acompañó algunos de estos talleres. El pasado lunes 8 de enero, llegó hasta la escuela de verano de la Zona Sur, en La Cisterna, y estuvo en el taller de Catequesis Bautismal, dialogando con los formadores y catequistas.

El padre Rodrigo Cordero les habló de las tres dimensiones vitales de la catequesis: la teológica, comunicacional y educativa. “La catequesis es un acto de educación, que realizamos con pasión, profesionalismo y cariño. Los resultados, como las semillas, florecerán en el tiempo, guiados por Dios y la responsabilidad individual”, expresó el padre Rodrigo, respondiendo a una de las preocupaciones de los catequistas sobre la continuidad de las familias después de que los niños reciben el sacramento del Bautismo.

Los que sí han continuado en el tiempo son Lucy Rozas y su esposo, quienes son catequistas desde hace más de 30 años. Desde que acompañaron a una de sus hijas para recibir el sacramento de la comunión, se quedaron y ahora son formadores. “La recepción ha sido excelente. Los catequistas son inquietos y cuestionadores, lo cual es enriquecedor. La formación les brinda seguridad y crecimiento, les permite enfrentar sus grupos con confianza y sentirse actualizados”, nos contó la formadora del taller de Catequesis Bautismal de la Vicaría Zona Sur.

A la misma hora y durante los mismos días, la formadora Celmira de La Parra también presentaba el nuevo Itinerario de Catequesis Bautismal en el decanato Maipú de la Zona Oeste.

Dentro de sus estudiantes, María Angélica Pardo, manifiesta que es vital que los catequistas se formen permanentemente: “Tenemos que renovar la Iglesia, muchos catequistas somos muy mayores y llevamos mucho tiempo prestando el mismo servicio, que al final pasa a ser rutinario y empieza a ser aburrido. La razón de la catequesis es transmitir la fe vivencial, contagiar a otros para que puedan seguir a Jesucristo en su vida diaria y quizás que ellos puedan entender que todos somos iglesia a partir de ser bautizados y que ellos tienen la responsabilidad de contagiar a otros empezando con sus propios hijos. Entonces, en ese sentido para mí fue muy importante. Yo agradezco mucho la posibilidad de poder participar porque no todos tienen esta oportunidad y ojalá se pudiera transmitir a nivel de todo Santiago porque el material es muy bueno, pero hay que trabajarlo” ,indicó la agende pastoral de la parroquia Cristo Resucitado de Maipú.

Voces de catequistas que resonaron con la formación durante las Escuelas de Verano

A continuación, te compartimos algunos participantes en los talleres de catequesis en la escuela de verano 2024:

Testimonio de María Eugenia La Trille Flores, Catequista Zona Sur: “La formación es esencial. Da seguridad, hace crecer y permite enfrentar grupos sabiendo que se cuenta con elementos sólidos. Además, se siente que están actualizados, lo cual es fundamental.”

Marcela Cantín, catequista Zona del Maipo: “Lo que me motiva a ser catequista es la felicidad que me provoca saber que Jesús me ama, al extremo de dar la vida por mí y que no puedo quedarme callada. Y siento que si lo hago exploto. Quiero anunciarlo, que todos reciban este regalo que es la fe y que nos hace tan felices, cuando llegamos a conocer verdaderamente a Dios y nos entregamos en sus manos.

Desde que experimenté su amor y su presencia en cada cosa y momento de mi vida, por allá por los años 80’, es que quiero anunciar y regar esa semilla de la fe que cada hermano tiene y transmitir también la fe de la Iglesia, mediadora de la fe.Soy testigo bienaventurada de Cristo porque sin verlo creo y experimento su amor. Mi experiencia de fe es el pilar fundamental que me motiva”, finalizó la catequista, la cual hace solo un año prepara a las familias, de niños que quieren recibir el sacramentos del Bautismo.

Fuente: Vicaría Pastoral Santiago - Departamento Catequesis
Santiago, 19-01-2024