10 de agosto 2023
A los diáconos y sus esposas
Presente
“Diáconos: … dedicados al servicio de los pobres
que llevan en sí mismos el rostro de Cristo sufriente.
Son los guardianes del servicio en la Iglesia.
… para que los diáconos, fieles al servicio
de la palabra y de los pobres,
sean un signo vivificante para toda la Iglesia”.
Papa Francisco, mayo 2020
Queridos hermanos y hermanas:
Nuevamente seremos convocados - este 10 de agosto 2023 - a celebrar la fiesta de san Lorenzo, diácono y mártir, nuestro patrono. La familia diaconal se reúne para celebrar también nuestro día, para dar gracias al Señor por su llamado, renovar nuestras promesas y orar por quienes nos han precedido en este camino, por las necesidades de quienes están en dificultades y por las comunidades donde servimos. Invitamos también para que sea un momento de encuentro, para renovar nuestra fraternidad.
La celebración de este año la vivimos en el contexto de acoger las Orientaciones Pastorales 2023-2026, fruto del largo proceso de participación y discernimiento eclesial, del cual también hemos podido ser parte, y de ir asumiendo los desafíos de renovación de nuestro diaconado: para crecer en
cercanía, caminando como miembros del Pueblo de Dios; cultivando la
fraternidad, en los cuerpos diaconales; fortaleciendo nuestros vínculos y relaciones para que sean más evangélicas; y promoviendo el sentido y alcance de la
sinodalidad, como modo de ser iglesia; transformándonos cada vez más como
diáconos corresponsables de su vida.
Este camino no lo emprenderemos ni lo haremos solos. Valoramos y agradecemos la presencia de nuestras familias, muy especialmente de nuestras esposas: con ellas vamos cultivando la espiritualidad de la doble sacramentalidad - que nos va asimilando a Cristo Siervo y Esposo - y siendo testigos de su Amor, en la iglesia y el mundo. Lo haremos con nuestras comunidades, caminando junto a ellas, para responder mejor a la misión de anunciar la alegría de Jesucristo, integrando la riqueza y diversidad de dones y carismas, que Dios no deja nunca de regalar. Y también, asumiendo la tarea continua de seguir formándonos, escuchando pastores, teólogos, laicos y laicas que también, desde sus disciplinas y competencias, nos ayudan a ser más fieles al Señor. Les invitamos a que puedan - en este sentido - ir generando iniciativas en sus respectivas iglesias particulares y sumándose a las que podamos ir ofreciendo desde nuestra Comisión.
Que san Lorenzo interceda por nosotros y nos regale una hermosa celebración, renovando la belleza de servir. Feliz día.
COMISIÓN NACIONAL DEL DIACONADO PERMANENTE