Fieles de Calama celebraron con devoción y fervor religioso la Inmaculada Concepción de la Virgen María
Obispo Tomás Carrasco agradeció a la Virgen, porque con su amor nos sigue mostrando el amor del Padre.
La comunidad católica de Calama se reunió este 8 de diciembre con fervor y devoción para celebrar la solemnidad de La Inmaculada Concepción de la Virgen María, festividad que conmemora el dogma de la Santísima Virgen que fue concebida sin mancha de pecado original.
Los homenajes comenzaron con el saludo de los Bailes Religiosos y fieles que se congregaron para rendir homenaje a la Virgen María en la advocación de Nuestra Señora de Urkupiña, madre de la integración en las afueras de la Catedral San Juan Bautista.
Posteriormente, se llevó a cabo una procesión que se dirigió hasta el sector de la Villa Caspana donde se encuentra la Parroquia Nuestra Señora de la Merced, fue la ocasión para que cientos de fieles y los Bailes Religiosos con sus danzas acompañaran la imagen de la Virgen María en un ambiente de recogimiento y alegría con las que expresaron su fe y devoción.
En el frontis del templo parroquial de Nuestra Señora de la Merced se montó el escenario en el que se motivó a los devotos a celebrar con alegría la llegada de la Virgen llevada en procesión junto a la presentación del grupo folclórico religioso Hurackatur que animó este encuentro de fe.
El obispo Tomás Carrasco que presidió por primera vez este homenaje como pastor de la Iglesia de Calama en su mensaje manifestó la gratitud a la Santísima Virgen por ser parte de esta iglesia, “una iglesia que no es huérfana, una iglesia que tiene una madre, una madre que nos preside, una madre que nos congrega, una madre que hace suyo los gemidos de sus hijos para atenderlos, para mostrarles su amor, su ternura, su compasión y para decirles, hagan lo que él nos diga”.
Al mismo tiempo manifestó gratitud por este encuentro “gracias, madre querida por congregarnos, gracias por regalarnos esta tarde de amor, de vida, gracias por mostrarnos tu corazón inmaculado, con tu sencillez nos sigues animando en el camino, en la historia, con tu amor nos sigues mostrando el amor del Padre”.
El obispo cerró esta celebración invitando a alegrarse porque Dios está con nosotros, “esta iglesia que se reúne hoy día es una iglesia que cree que Dios está con ella, que está en cada ser humano que ha aceptado ser cristiano, ser católico. Dios está con nosotros, pero para que esté en el corazón tenemos que pedirle a María que nos ayude a decir -hágase en mí según tu palabra, sin ese sí tuyo, sin ese sí mío, no se puede gestar el hijo de Dios en el corazón del hombre. No se puede, podemos quedarnos en buenas intenciones, pero no en una conversión real y verdadera. Que este sea el anticipo de una preparación para celebrar el nacimiento de Cristo donde Él pueda aparecer con fuerza el 25 de diciembre, en esa noche del 24 de la noche para decirle, nace Señor, no en un pesebre, sino el mejor pesebre que es mi corazón. Y allí en el corazón nuestro nazca el Hijo de Dios”.
Fuente: Comunicaciones Calama
Calama, 10-12-2023