“Corazones fervientes, pies en camino”: Monseñor Chomali preside Misa del Domingo Universal de las Misiones
El Arzobispo de Concepción agradeció a Dios por los misioneros que han pasado por la Arquidiócesis y han entregado su vida para anunciar el Evangelio.
Bajo el lema “Corazones fervientes, pies en camino”, se celebró el Domingo Universal de las Misiones este 22 de octubre en el templo Catedral, donde el Arzobispo de Concepción, Monseñor Fernando Chomali, presidió la Santa Misa.
En su homilía, Monseñor Chomali agradeció a Dios por los misioneros que han pasado por la Arquidiócesis de Concepción y que han entregado su vida para anunciar el Reino de los Cielos.
“Cómo quisiera que nosotros, la Iglesia de Concepción, pudiese mandar misioneros. Lamentablemente estamos pasando por un momento de mucha sequedad espiritual, tenemos un solo seminarista (…) Y tenemos que rezar por las vocaciones sacerdotales y religiosas, porque nadie nos puede garantizar que de aquí a cinco o diez años más tengamos una Misa el domingo como la tenemos hoy”, aseveró.
El Arzobispo de Concepción dijo a los presentes que “estamos aquí porque Dios nos eligió, sabemos que ustedes han sido elegidos, porque habiendo escuchado la Palabra de Dios llegó hasta ustedes”.
“Es cierto que están aquí por su voluntad, pero mucho más cierto es que están aquí porque Dios lo quiso, porque les anunciaron la Palabra de Dios, una Palabra que llega a su corazón gracias al Espíritu Santo. Nunca nos olvidemos de que somos templo del Espíritu Santo”, enfatizó.
Haciendo alusión al documento Redemptoris Missio, afirmó que “mucho antes de que un misionero se acerque a una persona, ya el Espíritu Santo habló en su corazón. Por lo tanto, si bien estamos en un momento difícil, no perdamos la esperanza porque Dios sigue hablando y Dios va a suscitar vocaciones entre nosotros”.
Monseñor Chomali reflexionó en torno a la segunda lectura, tomada de la Carta de San Pablo a los cristianos de Tesalónica 1, 1-5, recordando que la primera obligación de un sacerdote, de un obispo y del Papa es rezar, “y yo rezo por ustedes, es mi primera obligación y parte de la oración es dar gracias a Dios por ustedes cuando los recordamos en nuestras oraciones y sin cesar tenemos presente delante de Dios, nuestro Padre, a cada uno de ustedes”.
“A veces nos sentimos solos, abatidos. Quiero que sepan que la Iglesia es una Iglesia orante, y quien es puente fundamental para esa oración somos las personas consagradas. Todos estamos llamados a orar, pero nosotros tenemos la misión fundamental de ser puente entre Dios y los hombres y entre los hombres y Dios. Por lo tanto, si hay algo que nos pueden exigir es oración”, destacó.
El Arzobispo de Concepción advirtió que “a veces veo católicos entibiados, que se conforman con muy poco, y la verdad es que el Señor quiere mucho más de nosotros. Como dice el Papa Benedicto XVI: “no hemos sido creados para la comodidad, sino que hemos sido creados para la grandeza”. Y la grandeza maravillosa del católico es que su fe va acompañada con obras”.
“Sueño, desde hace 12 años, con una Iglesia en Concepción en que cada uno tenga una obra entre manos, cada uno tenga el corazón puesto en un hogar de ancianos, en la Ciudad del Niño, que cada uno tenga puesto su corazón en aquellas personas en la calle. Todos somos parte de esta Iglesia donde mostramos nuestra fe a través de las obras”, animó.
Haciendo eco de las palabras de San Pablo, Monseñor Chomali llamó a la comunidad a manifestar su fe con obras, su amor con fatigas y su esperanza en nuestro Señor Jesucristo con una firme constancia: “Lo propio nuestro es estar sostenidos por Dios en la fe, en la esperanza y en la caridad, pero con constancia”.
En ese contexto, exhortó a los presentes a preguntarse ¿de qué manera nuestra fe la convertimos en obras? y a comprometerse “firmemente a rezar por las vocaciones sacerdotales (…) empezando por los de nuestra propia casa. Y ayúdennos a nosotros a que nos vean contentos, nos vean alegres, para que descubran que es una hermosa manera de gastar la vida, es una hermosa manera de vivir, una hermosa vocación cristiana, al igual que la vocación matrimonial y religiosa”.
“Corazones fervientes, pies en camino”
En el momento de la presentación de los dones, dos servidores del Altar presentaron un corazón y unas sandalias, “signos del amor y la misión”, que representan el lema de este 2023: “Corazones fervientes, pies en camino”. Luego, jóvenes de Misión País entregaron una pala y una maqueta, que representan la enorme labor de reconstrucción realizada en tiempos de catástrofe. Finalmente, una Ministro Extraordinario de la Comunión y dos cuasimodistas presentaron ante el Altar los dones de pan y vino.
La Directora de las Obras Misionales Pontificias de la Arquidiócesis de Concepción, Hermana Rosa Agudelo, dijo que “todos los que estuvimos aquí hoy nos sentimos misioneros y cada uno de nosotros realiza una misión en la tierra”.
En ese sentido, recalcó que “estos caminos se van haciendo poco a poco, porque no es ahora ya, pero si nosotros viviéramos lo que el Evangelio de San Lucas nos dice y que el Papa hizo mucho énfasis en el lema “Corazones fervientes, pies en camino”, todos los días nosotros siempre estaríamos en camino”. No obstante, advirtió que “no basta caminar, hay que ponerle también la alegría. Y esa alegría sale del corazón, por eso un corazón lleno de fuego, de amor, de esperanza, es un corazón que va muy lejos, porque no está encerrado en sí mismo”.
Respecto a que “somos misión en la tierra”, explicó que “todos tenemos esa responsabilidad de hacer lo que se nos encomienda bien (…) Cuando hacemos las cosas bien, nosotros estamos cumpliendo una misión. Porque la misión no es salir de un punto geográfico a otro, esa es una parte y es un complemento, pero la misión eres tú misma, soy yo misma y somos todos. Cuando nos convencemos de esto nuestra mirada hacia la misión cambia y nos ponemos la camiseta de la misión”.
Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 23-10-2023