Con estas palabras describió nuestro obispo, el padre Galo Fernández, lo que se vivió el sábado 07 de octubre en la ordenación a diácono en tránsito al sacerdocio de José Ignacio Vásquez Retamal.
La celebración inició a las 10:30 horas en la parroquia Sagrada Familia de Curicó Rural, con la presencia de familiares y amigos de José Ignacio, y comunidad en general que quiso acompañarlo en este momento tan especial.
Como momento previo a la ordenación, María de los Ángeles Romero, canciller de la Diócesis de Talca, hizo la lectura del decreto acompañada por nuestro pastor diocesano, así mismo José Ignacio Vásquez realizó su profesión de fe y juramento de fidelidad, y posteriormente se leyó una biografía del ordenado.
Ya para el momento de la ordenación, se realizaron las lecturas del día y luego los ritos propios de la esta celebración, donde el diácono Pedro Jofré hizo el llamado del candidato y luego el padre Nelson Chávez, Vicario General, solicitó a nuestro obispo que en nombre de la Iglesia, José Ignacio fuera ordenado diácono.
Consagrar la vida al servicio del Evangelio
Seguidamente, Mons. Fernández expresó en su homilía que reconocemos la misericordia y fidelidad del Señor en este camino que ha llamado a este joven a consagrar su vida al servicio del Reino.
“Damos gracias por la fidelidad del Señor que no cesa de llamar y de sostener en la respuesta a nuevos servidores para su pueblo, mientras continuamos orando para que el Señor envíe nuevos operarios a su viña y también para que como Iglesia descubramos nuevos caminos de configurarnos para caminar juntos”.
“Damos gracias por tu respuesta generosa, que no se dejó confundir por las dificultades del camino y que te tiene aquí alegre y bien dispuesto para pronunciar junto a María, a quien hoy veneramos como Nuestra Señora del Rosario, ese sí fundamental que nace del corazón”.
También nuestro pastor diocesano le recordó al candidato a la ordenación, la importancia del ministerio diaconal.
“La misión de esta iglesia te pertenece, te corresponde hasta el último día de tu peregrinar terreno. Eso hace tan radical este momento, pues no se trata de un oficio que se asume por un tiempo determinado, como un traje que se pone y se saca, algo tan propio del tiempo inestable de la cultura en que vivimos, sino al contrario de una vocación que te constituye en lo más profundo. Se transforma, así como un tatuaje que llevarás grabado en el corazón”.
“Tu vocación diaconal te exige ofrecerle al pueblo fiel lo mejor de ti mismo. Y en ese camino, el Señor te entrega el tesoro de la Palabra, de la cercanía al altar y la encomienda de la caridad (…) Todo este camino de servicio ministerial debe tener como centro y modelo la persona de Jesús se trata de configurar tu vida según su persona y su misterio (…) Pero ojo que no basta con imitar sus virtudes, es fundamental crecer siempre en un profundo vínculo de cercanía y amistad con la preciosa expresión del Evangelio”.
Las promesas del candidato
Continuando con los ritos de esta celebración, José Ignacio Vásquez manifestó ante el obispo de la diócesis y la comunidad su deseo de recibir el Orden diaconal y su disposición de vivir el ministerio en obediencia y castidad.
Con las letanías de los santos, toda la Iglesia diocesana rogó a Dios por el candidato, y con él postrándose en signo de oración y humildad se pidió por su bendición y consagración.
Luego, se realizó la imposición de las manos por parte del obispo a José Ignacio, como signo privilegiado de la transmisión de la fuerza del Espíritu Santo. Y se leyó la oración consecratoria, con el candidato arrodillado frente a monseñor Fernández.
Una vez concluido este momento, ya José Ignacio Vásquez ordenado como nuevo diácono recibió la estola y la dalmática como signos externos de la misión de servicio, y lo ayudó a revestirse el padre Rodrigo Arriagada Mora, Vicario de la Zona de Curicó.
También se le hizo entrega del libro de los Evangelios y el obispo presentó a toda la comunidad al nuevo diácono ordenado, un momento que llenó el templo parroquial de aplausos, alegría y mucha emoción cuando José Ignacio Vásquez fue a saludar a sus familiares, y cuando fue saludado por los otros diáconos presentes.
Gratitud del nuevo diácono
El nuevo diácono dirigió unas palabras muy emotivas de agradecimiento a aquellos que lo han acompañado en este caminar.
“Gracias buen Padre Dios por sostenerme los momentos difíciles. Gracias por aquellas personas que has puesto en el camino. Hoy la Iglesia me ha entregado este gran tesoro, me confía el sacramento del Orden diaconal, el cual debo cuidar. Porque no se me ha entregado por mérito propio, sino por gracia, misericordia y amor de aquel que nos amó primero”.
“Gracias a nuestro Obispo, al padre Galo, gracias al Consejo de Órdenes, gracias a los hermanos sacerdotes por la cercanía y el voto de confianza que han expresado continuamente en mi proceso de formación. Agradezco al Buen Padre Dios por todo el cariño expresado en tantas comunidades que he podido conocer”.
“Gracias a mi familia por apoyarme en la búsqueda de la voluntad de Dios, sé que no ha sido fácil para ustedes porque esperaban algo distinto para el hijo y el hermano menor. Gracias a todos mis tíos y primos. Solamente hoy les puedo decir algo con mucha seguridad: Soy feliz. Sí, soy muy feliz al servicio de Jesucristo”.
Esta ordenación diaconal finalizó con un masivo compartir a las afueras de la parroquia Sagrada Familia, donde además se cantó y bailó cueca, para dar más alegría a este preciado momento para nuestra iglesia diocesana de Talca.
Fuente: Comunicaciones Talca
Sagrada Familia, 10-10-2023