Mons. Morales llamó a optar por los descartados y construir una sociedad para todos
Comunidad parroquial de Caldera celebró junto al obispo el día de su santo patrono, San Vicente de Paul.
El obispo de Copiapó, Monseñor Ricardo Morales, presidió la misa en la parroquia San Vicente de Paul de Caldera, en el día dedicado a su santo patrono.
En la misa, el obispo enfatizó que “
la Buena Noticia es Jesús, buena noticia que se actualiza, es hoy, y celebrar a San Vicente de Paul nos ayuda a descubrir esa buena noticia”, y llamó a optar, como Jesús, por los descartados de la sociedad. “Cuidar nuestra creación; no al capitalismo salvaje sino a una economía fraterna; construir una sociedad para todos, no para algunos”, fue parte del llamado del obispo, quien agregó: “
Los pobres están al lado nuestro, somos nosotros mismos” y preguntó: “¿Estamos del lado de los pobres, del evangelio de Jesús, o del lado de los poderosos, que quieren vernos consumir cada día más? También dijo que “tenemos que ser incómodos para todo lo que no sea el evangelio de Jesús;
si no me resulta incómodo, no es evangelio, tiene que incomodarme, para denunciar lo que no está bien”.
Al final de la misa, las religiosas paraguayas María Villalba y Laura Irala, de la congregación Vida Evangélica, que se encuentran de visita en Caldera en el marco del jubileo de su congregación, se despidieron de la comunidad. La Hermana María expresó su gratitud y pidió “que el soplo del Espíritu Santo nos empuje otra vez por estos lados” y pidió orar por las vocaciones y por las familias. Por su parte, la Hermana Laura, en nombre de toda la congregación y de la Superiora, agradeció al obispo, al p. Juan y a la comunidad por el cariño expresado. “Nos han dado mucho cariño… ¡y mucha comida!” dijo.
Al finalizar la misa, Moshref Alset, médico sirio que lleva cinco años en Chile junto a su esposa, regaló al obispo una biblia escrita en arameo.
Inicio de la visita pastoral del obispo
Este día fue el inicio de la visita pastoral del obispo al territorio parroquial. El día comenzó temprano, con la misa en el colegio parroquial Padre Negro, y luego, un momento de oración con los niños y niñas más pequeñas, en el sector de enseñanza básica del mismo establecimiento.
Al mediodía, don Ricardo se trasladó hasta la casa de colonias de Caldera, junto al p. Juan y las religiosas María y Laura. Allí, participaron de la llamada porotada de la misericordia. Eso es un almuerzo que el equipo de pastoral social de la parroquia prepara para las personas en situación de calle o con problemas principalmente de alcoholismo.
Por la tarde se celebró la unción de los enfermos. El obispo administró el sacramento a personas enfermas, con discapacidad o muy mayores, que se reunieron en el templo parroquial. Les dijo que “El Señor nunca quiere nuestro dolor” y llamó a ser solidarios con el dolor de los demás y a vivir con la confianza de saber que el Señor “nunca nos abandona”.
El obispo permanecerá en Caldera hasta el domingo 1 de octubre, conociendo la realidad de la parroquia, los distintos sectores, comunidades, desafíos y proyectos.
Fuente: Comunicaciones Copiapó
Caldera, 29-09-2023