En su homilía, durante celebración desarrollada este 11 de junio en Talagante, el obispo Cristián Contreras Villarroel junto con saludar a todos los participantes presenciales y a quienes se conectaron vía radial, comenzó recordando porqué se celebra en Corpus Christi. “Hay razones de índole histórica. Una de ellas es que la Iglesia ha querido reafirmar que la Eucaristía es la presencia real y sacramental de Cristo, Él está sustancialmente presente en medio nuestro con su Cuerpo y con su Sangre”, agregando que de fondo la pregunta era: “¿lo que se celebra es solamente una memoria del pasado o, en cambio, es algo presente, operante, aquí y ahora? La Iglesia define que la Eucaristía conmemora el sacrificio de Cristo en la Cruz aquí y ahora, a lo largo del tiempo y de la historia”.

“Jesús en la Última Cena no dejó un consejo, sino un mandamiento “Hagan esto en conmemoración mía”. Conmemorar es distinto que hacer mera memoria de algo del pasado”, destacó el pastor, precisando que “Si hay algo en que la Iglesia desde su fundación hasta hoy ha sido fiel, es la celebración eucarística, hacer presente el Cuerpo y la Sangre de Cristo”. Dicho mandato evangélico se confirma con la promesa de Cristo en la solemnidad de la Ascensión: “Sepan que yo estaré con ustedes todos los días hasta el final del mundo”.

“Esa es la cercanía de Dios Padre, Hijo que por la acción del Espíritu Santo, podemos afirmar, como decía el Papa Benedicto XVI, que “Jesús es el eterno contemporáneo de la humanidad”, es decir, está siempre presente en todos los tiempos de la historia”, resaltó Don Cristián.

Dios-con-nosotros
Monseñor Villarroel, valoró la dimensión maravillosa de esta “fiesta del Dios con nosotros, que ha puesto su vida en medio de su pueblo, que quiere peregrinar con él, que nos quiere dar su vida, su Cuerpo como alimento y su Sangre como bebida, con toda la carga cultural que tiene el pan y que tiene el vino”, recordando la petición que hacemos en el Padre Nuestro: “danos hoy nuestro pan de cada día”, es decir, todo lo necesario para vivir digna e integralmente.

Por otra parte, el obispo señaló que el vino, en las diferentes culturas es el elemento para desear augurios, felicidades, para brindar, para festejar, y también para y aliviar la vida de los seres humanos, llamando a descubrir entonces a Jesús y renovar nuestra fe en su presencia real sacramental.

“Por eso al celebrar el Corpus, renovamos nuestra fe, nuestra creencia en que Cristo está presente realmente por la acción del Espíritu Santo y por las palabras de la consagración. Es “Dios con nosotros”, y esto nos lleva entonces a unir la celebración de la Misa con la vida, y que la vida sea la continuidad de aquello que celebramos domingo a domingo, que sea una Misa prolongada”, que a juicio del pastor también debe verificarse en la caridad fraterna, “en la actitud que yo tengo hacia el hermano descubriendo allí, en esas realidades donde aparentemente Dios no está presente, descubrir esa presencia real de Jesucristo, porque lo hemos descubierto en la presencia real sacramental eucarística”.

Fuente: Obispado de Melipilla
Melipilla, 12-06-2023