1. Solidarizamos con el administrador apostólico Mons. Celestino Aós y con todos los fieles de la arquidiócesis de Santiago con motivo del saqueo y la profanación de la parroquia de La Asunción de María. Lo mismo con las comunidades y pastores de otros templos y recintos de diversos cultos que han sido atacados en distintas ciudades. Nos duelen el maltrato a las personas, los constantes saqueos y la violencia, venga de donde venga; nos causa dolor el ataque a templos y lugares de oración sin ningún respeto por Dios y ni por quienes creemos en Él. Los templos y otros lugares de culto son sagrados. Que nuestra oración a Dios sea insistente para invocar su perdón por las profanaciones y, como Iglesia, repararemos estas gravísmas ofensas a Dios y a sus fieles.
2. Con muchos chilenos y chilenas nos oponemos radicalmente a la injusticia y a la violencia, las condenamos en todas sus formas y esperamos que los tribunales identifiquen a los responsables y se les sancione. Los violentistas sólo nos impiden mirar con la debida atención los reclamos justos de la mayoría del pueblo chileno que anhela soluciones reales y pacíficas.
3- Para controlar los desmanes y restablecer la convivencia cívica, pedimos a las autoridades que apliquen la ley y la ejerzan con todos los recursos propios de un estado demócratico. La gente no sólo está cansada de la injusticia, también de la violencia, y la gran mayoría esperamos con ansias el diálogo en respeto que reconstruya el tejido social.
4. En este inicio del mes de María, invocamos a la Virgen del Carmen para que nos regale un Chile unido, forjado con el esfuerzo de todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
+ Santiago Silva Retamales
Obispo Castrense de Chile
Presidente
+ René Rebolledo Salinas
Arzobispo de La Serena
Vicepresidente
+ Fernando Ramos Pérez
Administrador Apostólico de Rancagua
Secretario General
+ Juan Ignacio González Errázuriz
Obispo de San Bernardo
Santiago, 9 de noviembre de 2019.