Grupos misionaron en Valeriano, Chollay, San Félix y Alto del Carmen.
Un grupo de 43 misioneras y misioneros compartieron la hermosa experiencia de anunciar la buena Nueva de Jesús en medio de la sencillez de la vida, en la misión de verano 2023, entre el 9 y el 15 de enero.
Valeriano y Chollay
Fueron dos grupos. Uno, proveniente de la comuna de Diego de Almagro, estuvo en las localidades de Junta de Valeriano y Chollay. En Junta de Valeriano, a más de 100 kilómetros de Vallenar hacia la cordillera, se aojaron en la escuela, y desde allí visitaron familias y aprovecharon de pintar y hermosear la pequeña capilla, dedicada al Buen Pastor. También limpiaron las imágenes interiores, dejando el espacio lo más ordenado y limpio.
También hubo taller de baile folclórico para los niños y niñas, taller que cerró con una presentación artística ante las familias. Cabe señalar que había pocas familias en esta localidad, pues muchos de los habitantes ya habían partido a las veranadas, en las que se trasladan por meses a la cordillera con sus familias y animales.
En Chollay, a aproximadamente 90 kilómetros de Vallenar a la cordillera, se instalaron en el sector de la capilla Nuestra Señora del Rosario. Ofrecieron talleres de manualidades, actividades con las niñas y niños choillainos, y celebraron la eucaristía, presidida por el p. Alex Vigueras sscc. También aprovecharon el buen tiempo y el calor, para conocer y disfrutar de una popular poza, donde además de bañarse, compartieron con las familias que capeaban el calor en este hermoso lugar.
San Félix
El otro grupo se instaló en la localidad de San Félix, a 66 kilómetros desde Vallenar hacia la cordillera. Allí estaban las religiosas de la Misión Gran Río, con misioneros de todas las edades y distintas nacionalidades. Desde niños bolivianos, que además ya contaban con experiencia misionando, y que eran los más entusiastas en las visitas a las casas y en los momentos de oración. Aquí convivían también personas de Perú, Argentina y Chile. Acompañó este grupo el párroco de Caldera, p. Juan Barraza.
La labor de estos misioneros comenzó bendiciendo el retén de Carabineros, la posta, visitando familias y rezando por las personas enfermas. Cada día abrían la capilla Nuestra Señora de la Merced, para el rezo del rosario y para que permaneciera abierta, lo que fue muy valorado por la comunidad.
Alto del Carmen
En la parroquia Nuestra Señora del Carmen estuvo la hermana Patricia Galeano, ECJ, quien visitó casas y realizó celebraciones en el templo parroquial.
Visita del obispo
Monseñor Ricardo Morales visitó a los misioneros el sábado 14. Primero en Junta de Valeriano, donde compartió el almuerzo con los misioneros y familias de la localidad, y conoció la capilla. También fue a Chollay a conocer la capilla y algunas personas de la comunidad. Pasó por Alto del Carmen para saludar a la h. Patricia, y luego, en San Félix bendijo la casa de una vecina, a los trabajadores que cargaban un camión con uvas en un packing, y presidió la misa de la tarde en la capilla. Tomó once con el grupo y les agradeció su labor. Coincidentemente, ese día estaba de cumpleaños la hermana Katy, así que disfrutaron de una rica torta casera. Don Ricardo se mostró muy feliz y agradecido con los testimonios de los misioneros, y los llamó a ser perseverantes y entusiastas.
Fin de la misión
La semana de misión finalizó con una misa el domingo 15 al mediodía, en el templo de Alto del Carmen. Hasta allí llegaron los misioneros, con todo su equipaje y sus mejores recuerdos de los días compartidos en el valle. La misa fue presidida por el p. Alex, junto al P. Juan, y la homilía la tuvo a cargo la h. Rocío Verano. En el ofertorio presentaron al altar uvas y un manzano, como signo de la fecundidad de la acción misionera. Los niños y niñas entregaron su testimonio. Lo mismo, una de las coordinadoras de la misión, Karen Rojas, del equipo de Vicaría pastoral, quien entregó un emocionado mensaje acerca de la esperanza en este camino sinodal.
Después de la misa, compartieron una convivencia, que los preparó para la última etapa de la misión, que era la vuelta a sus lugares de origen. Todos se fueron muy cansados, pero muy entusiasmados y agradecidos por la experiencia de misionar en el valle, y con el compromiso de volver el año próximo.
Fuente: Comunicaciones Copiapó
Alto del Carmen, 17-01-2023