Jóvenes de Atacama vivieron su encuentro tras dos años de pandemia.
Alrededor de 170 jóvenes de toda la diócesis se reunieron este sábado 26 de noviembre en la ciudad de Caldera, para vivir el encuentro diocesano en conmemoración de la pascua de monseñor Fernando Ariztía, evento que no se había realizado de manera presencial desde antes de la pandemia.
Jóvenes de parroquias y establecimientos educativos comenzaron su encuentro en el Colegio Parroquial Padre Negro, con dinámicas para conocerse y compartir. Luego, sobre el evangelio de Mateo 5, referido a que nadie enciende una lámpara para esconder su luz, reflexionaron sobre quiénes ha sido luz en sus vidas. A continuación, dos personas compartieron sus testimonios: Georgina Hidalgo, de Vallenar, agente pastoral adulta, que habló de cómo don Fernando Ariztía fue luz para ella y para tantas personas. Luego, la joven Zoriza Monardez, de Copiapó, contó la forma en que otras personas han sido luz en sus vidas, y cómo ella ha tratado de ser lo mismo para los demás.
Luego, los asistentes disfrutaron de un almuerzo fraterno y momentos de baile y esparcimiento. También trabajaron en grupos, preparando carteles que llevaron consigo durante la caminata que los llevó desde el colegio hasta la plaza de Armas de Caldera, donde se celebró la misa. Por el camino, iban invitando a las personas a la celebración de la misa, y realizaron dos presentaciones artísticas, una en el cementerio de la ciudad y otra en la misma plaza.
La eucaristía fue presidida por el obispo, Monseñor Ricardo Morales, junto al párroco de la ciudad, P. Juan Barraza, el P. Jaime Pizarro, de Copiapó, y el P. Rafael Domínguez, desde Diego de Almagro.
En la homilía, don Ricardo hizo alusión a la imagen de la luz utilizada durante todo el encuentro, diciendo que “somos como una ampolleta, que no funciona sola sino conectada a la energía; si no estamos conectados a Cristo esta luz no se enciende”. También llamó a cada uno de los jóvenes reunidos a reflexionar sobre lo que se lleva a su casa, su familia, su colegio, su parroquia. “Lo que se llevan es un regalo de Jesús, esa electricidad que enciende el corazón, que enciende la vida. Cuando llegues a tu casa, a tu familia, que seas esa luz. Como fue don Fernando, luz en medio de la oscuridad para tantas personas”.
Este encuentro nació como una forma de recordar la figura de don Fernando Ariztía y darlo a conocer a las generaciones más jóvenes. También, y como cada año, se buscó el objetivo de que los jóvenes compartan con personas de su edad de distintas comunidades y realidades, y se encuentren con Jesús.
Fuente: Comunicaciones Copiapó
Copiapó, 28-11-2022