Con sentido de fraternidad, el Obispo de Tacna invitó a Mons, Moisés Atisha a presidir la Eucaristía en celebración peruana con profunda devoción a Señor Crucificado.
En la Festividad del Señor de Locumba, peregrinación, que se desarrolla en la provincia Jorge Basadre en la región Tacna, y luego de dos años de suspensión debido a las restricciones sanitarias a causa de la pandemia del covid-19. Por invitación de Monseñor Marco Antonio Jara, Obispo de la Diócesis de Tacna y Moquegua, Monseñor Atisha celebró la Eucaristía según programación para el adulto mayor.
La celebración estuvo marcada por la devoción de los fieles que se hace presente en el Santuario, su religiosidad popular, y la fe como expresión de encuentro con el Señor. Monseñor Moisés en su homilía recordó el sentido del porqué como cristianos se peregrina a un Santuario, señalando que debe superarse la costumbre o rutina del ir, o las gracias recibidas por la promesa cumplida para abrirse al corazón del que da testimonio de fe como lo expresa el salmista “Alaba Alma Mía al Señor”, y desde ahí entendemos que el Santuario es un Lugar Santo, donde Alabamos todos juntos con el Alma y el Corazón al Señor de la Vida, con la oración, ofrenda y sencillez de corazón, así como el apóstol, danto testimonio de la Cruz que nos llama como Comunidad de Fe.
También hizo referencia al rico del Evangelio como alguien sin nombre, como símbolo que no ha escuchado a Dios, y en contraste a Lázaro como hombre pobre, y sigue el camino de la vida con Fe. Instó a redescubrir tantas imágenes de Lázaro que surgen en nuestra vida, en la puerta, en la plaza, en las calles, que son pobres Lazaros pero que interpelan para servir al Señor, y ser colaboradores de la Salvación personal y comunitaria, en otro momento recordó el sentido de la Fe de la Cruz en el Señor, señalando:
“Ver el Señor en la Cruz no es solamente en la Cruz, sino también mirar la Resurrección, nos invita el Señor en la Cruz a traspasar ese cuerpo, ese madero, y ver como el Señor Jesús, a vencido la muerte, y este Jesús Resucitado lo encontramos en el hermano y peregrino, pero con la atención de no vivir sirviéndonos a nosotros mismos sino a los demás, donde nadie es tan rico en esta vida que no necesite algo, o alguien es pobre que pueda entregar algo…. Nos deje ver que puedo entregar, palabra de aliento, oración, compañía, o algo material que el hermano necesita”.
Cabe mencionar según por palabra del rector del santuario Padre Israel Orosco Zambrano que son cerca de 120000 feligreses que visitan el Santuario del Señor de Locumba, en donde incluso asisten peregrinos desde Arica.
Cuenta la historia del Señor de Locumba, que se remonta hacia el siglo XVIII, que este aparece un día 14 del noveno mes, motivo por el cual presenta esta fecha como día centra de su celebración. La historia dice que en aquel siglo en esta zona de Tacna se encontró a un mulo de color blanco que transportaba sobre su lomo dos cajas de diferentes dimensiones. El animal iba sin ningún guía humano cuando algunos pobladores de Locumba lo vieron. Se dice que aquellos descubrieron que en las dos cajas había inscripciones que indicaban el destino de su contenido, siendo la caja más pequeña para Locumba. Se cuenta que los pobladores trataron de quedarse con la caja más grande y enviar la más chica hacia el otro poblado, ocurrió entonces que el animal se negó a seguir el recorrido pese a todos los esfuerzos de los pobladores, fue en ese momento que interpretaron el gesto como una señal y decidieron quedarse con la caja que les correspondía y que contenía al Señor de Locumba.
Esta Comunión Diocesana y Celebrativa de las Diócesis de Tacna y Moquegua, con la de San Marcos de Arica, forman parte de la fraternidad que existen como Iglesias, y se evidencian en diversos contextos de colaboración, humanitarios como la migración, fiestas patrias de ambos países, festividades religiosas con asociaciones de bailes religiosos, animados por los respectivos Obispos de las Zonas.
Fuente: Departamento de Comunicaciones San Marcos de Arica
Arica, 28-09-2022