El programa de reinserción que otorga un hogar provisorio a personas en situación de calle de Puerto Montt
Este programa está dirigido a personas en situación de calle con al menos cinco años viviendo en la calle y que tengan 50 años de edad o más.
El Programa Vivienda ejecutado por el Arzobispado de Puerto Montt con Apoyo del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, es una iniciativa realizada para personas en situación de calle de Puerto Montt, cuyo objetivo es resolver la falta de vivienda y ofrecer servicios de apoyo.
Hasta ahora son 15 los beneficiados en 8 viviendas, quienes hoy gozan de poder tener un techo que el programa busca convertir en un hogar. Son viviendas seguras, accesibles y adecuadas según las necesidades de cada uno de los beneficiados.
Los usuarios son acompañados en todo el proceso de reinserción por profesionales especializados, entre ellos se cuenta con un psicólogo, una terapeuta ocupacional y la asistente social encargada de la ejecución en terreno del proyecto. Este equipo multidisciplinario sigue una estricta planificación de visitas periódicas a los usuarios a fin de apoyar en la formación de hábitos, chequeos de salud, acompañamiento a controles en servicios asistenciales, orientación en tener una alimentación balanceada y así mejorar su estado de salud.
El Programa Vivienda Primero está inspirado en el modelo Housing First, que ha demostrado tener éxito en erradicar de la situación de calle a las personas con grandes necesidades de apoyo en EE.UU., Canadá y en varios países europeos.
Este programa está dirigido a personas en situación de calle con al menos cinco años viviendo en la calle y que tengan al menos 50 años de edad, que quieran superar su situación de calle y poder reintegrarse a la sociedad. Para esto, el programa se basa en tres pilares de intervención los cuales son:
1. Dar una vivienda estable y digna a los participantes del programa, proveyendo y reentrenando en el uso de la vivienda y sus instalaciones para evitar riesgos y posibles daños. Asegurando la reinserción de los participantes en el barrio y facilitando la comunicación permanente para gestionar incidencias.
2. Mejorar el estado de salud de las personas a través de reforzar las conductas de autocuidado, la organización de estas conductas, rutinas diarias y el acompañamiento frente a las necesidades, situaciones de emergencia u otras que pueden tener.
3. Fortalecer la integración social, articulando las redes familiares, barriales y comunitarias, de las personas.
“Lo fantástico de este programa es que se invirtió la pirámide del desarrollo y reintegración de personas en situación de calle. Antes los programas eran asistencialistas, pero en el mismo hábitat de calle. Hoy se les ha dado una vivienda que esperamos se convierta en un hogar para ellos en la cual estén seguros y protegidos tanto del clima duro del sur del país, como de la violencia a la cual están sometidos en su vida diaria. Estamos muy orgullosos como Arzobispado de poder desarrollar este programa en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social y Familia y avanzar a un país más solidario”, comenta Felipe Gonzalez Carvallo, Administrador de Bienes del Arzobispado de Puerto Montt.
Maria Angelica Alfonzo, encargada de la ejecución del proyecto, indica que para ella como coordinadora del programa VIVIENDA PRIMERO ha sido una experiencia enriquecedora, retadora y de transformación significativa a nivel personal y profesional. “Ser instrumento para brindar la oportunidad a personas en situación de calle para tener un espacio digno y seguro, dando con ello la vuelta a la pirámide de necesidades básicas y comenzar por la autorrealización de tener una casa, es realmente la estrategia idónea para una intervención psicosocial efectiva en esta población tan necesitada”, agrega.
Respecto al apoyo profesional recibido por los beneficiarios la coordinadora indica que “somos un equipo multidisciplinario que brinda atención 24 x 7 contemplando acompañamiento y monitoreo cercano en los procesos inherentes a la reinserción social que significa pasar de la pernocta en la vía pública o en albergues a su propio hoja”.
Maria Angélica Alfonzo de Gutiérrez señala que “los aportes significativos son innumerables, es resaltante como se evidencia un cambio en su esquema de prioridades, y aún cuando muchos de ellos manejan consumo problemáticos de sustancias en diferentes etapas, la reducción del daño les permite identificar necesidades como atender su salud física y mental, así como la integración laboral”.
“Como es un programa "tailor made” hecho a la medida, cada proceso es individualizado y los objetivos y metas se manejan en base a la multifactorialidad que maneja cada participante. Las complejidades igualmente son diversas según cada etapa del proceso, pero se pueden puntualizar, tales como: la adherencia a la vivienda así como a la intervención psicosocial en sí, la reeducación para regular sus rutinas y conductas de calle, el cuidado de su higiene personal y el hogar, el manejo de rutinas, presupuesto del hogar y normas de convivencia, identificar, reconocer y trabajar las situaciones personales que dieron origen a su situación de calle”, explica la coordinadora del Programa Vivienda Primero.
“Ser parte de la solución, en la visualización de esta problemática social es una bendición, llevar el verbo a la acción y ser agentes de transformación de vida con alto sentido de compromiso es nuestro norte, de la mano de Dios”, concluye.
Fuente: Comunicaciones Puerto Montt
Puerto Montt, 21-07-2022