Durante la mañana, a las 11:00 horas fieles de Puerto Montt acompañaron la soledad de la Virgen María con la esperanza en la resurrección y en la noche, a las 20:00 horas se realizó la Vigilia Pascual en la Catedral de Puerto Montt.
Durante la Vigilia Pascual el arzobispo de la Arquidiócesis, en presencia de los fieles, bendijo el fuego nuevo, proclamó la Palabra y realizó el sacramento del bautismo a una de las personas de la comunidad, Además, otro de los fieles recibió el sacramento del bautizo, primera comunión y confirmación.
La eucaristía fue presidida por el arzobispo de la Arquidiócesis, Fernando Ramos, quien explicó que la vigilia contiene cuatro partes: “la primera la bendición de fuego mediante la que hemos prendido el sirio pascual y que refleja esta luz que significa que Cristo a resucitado. La luz es intangible, no la podemos tocar, pero si podemos apreciar su efecto y apreciamos su grandeza en la oscuridad”.
“La segunda etapa, es la Palabra en la que la presencia del Cristo resucitado nos ha hecho recorrer distinto episodios del antiguo testamento donde Dios creo todo bueno, nada de lo que sale de sus manos es malo o no está bien; pero el ser humano se fue alejando de Dios, así el pueblo de Israel experimento la esclavitud creada por los hombre y cuando el pueblo salió de Egipto salió para ir a encontrarse con la promesa de Dios y el signo claro de ello fue el paso por el Mar Rojo que les dio el acceso al camino hacia la tierra prometida. Esto representa el bautismo lo que es la libertad en la presencia de Dios, por eso la tercera parte de esta liturgia vamos a hacer un bautismo, la confirmación y la primera comunión de dos hermanos”, dijo Monseñor Ramos.
La cuarta parte de la celebración se vivió la resurrección a través de los dones del pan y el vino. Monseñor Ramos explicó que “es cierto que hemos vivido un tiempo difícil de pandemia y es duro escuchar que hay gente que a perdido seres queridos sin poder acompañarlos mucha gente no ver a sus seres queridos, perder sus trabajos y toda la forma de vivir y relacionarnos se ha visto alterada por esta Pandemia. Pero el Señor en su resurrección nos invita a vivir con esperanza, nada puede acabar con nosotros incluso nos enseña que el ha podido traspasar la muerte. Resucitamos en la vida presente cuando renovamos nuestra esperanza, la es la principal riqueza que tenemos los cristianos”.
Fuente: Comunicaciones Puerto Montt
Puerto Montt, 17-04-2022