La Liturgia de Viernes Santo fue presidida por el Padre Dietrich Lorenz, Rector de la Iglesia Catedral de Valparaíso. La Liturgia nos presenta la cruz para que la veneremos y la lectura de la Pasión para hacer memoria de los últimos momentos de la vida terrena de Jesús.

En su homilía, el padre Lorenz señaló que este Viernes Santo, viernes de Pasión, es el día que Jesús fue entregado a muerte por cada uno de nosotros. “Hemos tenido tiempo para prepararnos para este día. Jesús no solo había anunciado claramente que iba a morir, sino que también que iba a resucitar. Algo nunca visto y de lo que nunca se había hablado en la historia humana. Jesús llega al Viernes Santo con plena conciencia de lo que iba a ser su pasión, muerte y resurrección, sin embargo, los discípulos no lograban visualizar algo del misterio de la Salvación”.

“Presenciamos la entrada triunfal a Jerusalén que pronto disiparía todas las dudas. Es aclamado por todos y, sin embargo, se desatan aquellas conjuras políticas, religiosas. Buscan falsos testigos, buscan acusaciones falsas para poder matarlo. Todo aquel diálogo entre Jesús, Pilatos y Herodes sólo reflejan la mentalidad de este mundo. Pilatos que sabiendo que ese hombre es inocente, después de interrogarlo, reconoce su inocencia, lo entrega a los judíos para que lo mataran. Finalmente, los romanos son los encargados de ejecutar la pena de muerte”.

“Esta mañana meditamos lo que fue la muerte de Jesús, un suplicio cruel, no hay muerte peor que aquella. Duró aproximadamente tres horas y a parte de los dolores que significa la crucifixión, esos hombres (Jesús y los dos bandidos) murieron por asfixia, por envenenamiento de la sangre. La muerte del redentor debía estar a la altura del pecado del que nos vino a salvar. Jesús hasta el final manifestó su conciencia de cumplir la voluntad y la misión que su Padre le había encomendado. Conciencia que nunca perdió a lo largo de la vida”.

“En este día Jesús venció definitivamente a la muerte, tenemos que experimentar la muerte, pero ella no es el final de nuestro camino. También el demonio fue derrotado, él que lo había tentado al comienzo de su vida pública. Y el triunfo del Señor fue total, la redención fue una realidad, pero estos dramas han continuado y seguirán continuando hasta que Jesús vuelva por segunda vez, siempre habrá hombres y mujeres como Juan y María dando testimonio de Jesús; pero también habrá otros como Pilatos, Pedro, Herodes y todos los que se esfumaron”

En este día de tristeza, pero también en este día de triunfo del poder de Dios, oremos por nosotros mismos, oren por la redención de todos nuestros antepasados y familiares difuntos para que todos ellos ya estén gozando de la plenitud, de la redención y de la gloria en el reino de los cielos”

Concluida la oración universal, se realizó la Adoración de la Cruz. Para ese momento, el padre Dietrich Lorenz ingresó por la nave central de la Iglesia Catedral con la cruz en alto. Luego, los fieles presentes se acercaron a la Cruz y tuvieron un momento de oración ante ella. También recibieron la Santa Comunión. Al final de la Liturgia, se efectuó la Colecta por los Lugares Santos.

Vía Crucis

El Viernes Santo finalizó con el Vía Crucis encabezado por el padre Dietrich Lorenz en la Iglesia Catedral de Valparaíso. Con cada una de las estaciones recordamos los últimos momentos de la vida de Jesús, desde que fue condenado a muerte hasta su sepultura.

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Fuente: Comunicaciones de Valparaíso
Valparaíso, 15-04-2022