Con un Templo lleno de emociones y gratitud a los sacerdotes que día a día entregan el mensaje de Jesús en las comunidades de la diócesis de Valparaíso. La Eucaristía presidida por Mons. Jorge Patricio Vega, Obispo de Valparaíso, se vivió con la sensibilidad del reencuentro, de acompañar a los pastores y compartir como comunidad eclesial la bendición de los oleos sagrados.

En la liturgia de la Palabra, las lecturas fueron proclamadas por representantes de las distintas comunidades; la primera lectura por Daniel López de la Parroquia Asunción de la Virgen María de Achupallas; el Salmo por el seminarista Carlos Suarez; la segunda lectura por la Hna. Mayra Huerta de la comunidad “Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los pobres”; y el Evangelio por el Diácono Juan Carlos González.

Mensaje del Obispo

El Pastor de la Iglesia de Valparaíso, Monseñor Vega, entregó un mensaje para los sacerdotes de la diócesis “Agradezco a Dios por cada uno de ustedes, por su vocación, por la respuesta generosa que un día dieron al Señor, la que permitió que, después de un proceso de formación, sean hoy dispensadores de sus maravillas”.

También hizo un análisis de lo que significa vivir el sacerdocio en nuestra sociedad “Ser hoy Sacerdote del Señor no es fácil. Hemos vivido, o mejor dicho, estamos viviendo tiempos tormentosos, donde nuestra vocación es cuestionada y nuestro celibato puesto en duda. Vivimos tiempos tormentosos, donde me atrevería a decir que ciertos actores de la sociedad, están haciendo todo tipo de esfuerzos para que dejemos de ocupar el lugar que nos corresponde en la sociedad y en los tiempos actuales”.

Sobres las actitudes de los sacerdotes hoy, Monseñor Jorge Vega manifestó que: “Nuestra primera actitud debe ser la confianza, pues sabemos que es el Señor quien finalmente escribe la historia. Además, él mismo nos advirtió: “No tengan miedo, yo estaré con ustedes hasta el final de los tiempos”. E invitó a los presbíteros a vivir como hombres en las características relevante a “Ser hombres que, a pesar de todo, en nuestra vida irradiemos la presencia de Dios en medio de medio del pueblo…”

Además, invitó a los sacerdotes a ser hombres de una intensa oración, capaces de acoger paternalmente a todos, de salir de nosotros mismos para ir al encuentro de los otros y ser dispensadores de la misericordia divina.

Promesas Sacerdotales

Después del Evangelio, los sacerdotes renovaron sus promesas realizadas al momento de recibir el sacramento del orden. Hubo unas renovaciones muy especiales, dando gracias a Dios por los 65 años de vida ministerial del P. Jaime Astorga Paulsen, los 56 años de sacerdocio del P. Luis Eugenio Meneses Iturrizaga y los también 65 años de ministerio del P. José Tilmann Dütting.

Ellos fueron aplaudidos por la asamblea y saludados afectuosamente por el Obispo porteño, Monseñor Jorge Vega, svd. Además, los sacerdotes más jóvenes de la diócesis, a nombre del Obispo, le entregaron un presente a los hermanos que cumplieron años significativos desde su ordenación sacerdotal.

Consagración de los óleos

En la Misa Crismal se consagran los óleos sagrados para las diversas actividades litúrgicas y de servicio pastoral.

Los óleos consagrados fueron:

El oleo de los enfermos que fue presentado por María Alejandra Silva y Daniel Gamboa, ministros extraordinarios de la Eucaristía de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Quilpué.

El oleo de los catecúmenos fue presentado por María Sandoval y Martín Freitte, agentes pastorales del Santuario de Lo Vásquez.

La presentación del Santo Crisma, que representa al Espíritu Santo para sacramentos como el bautismo, confirmación, ordenaciones sacerdotales y episcopales fue presentada por el Diácono Jorge Leng y el P. Jorge García.

Saludo a los Padres de los Sacerdotes

Muchos sacerdotes fueron acompañados por sus mamás y papás en esta Eucaristía. Y tradicionalmente, y con mucho afecto, se agradece la entrega y acompañamiento generoso de las familias a sus hijos sacerdotes.

El Obispo entregó un regalo a las mamás y papás de los sacerdotes, acompañados por sus hijos.

La Eucaristía finalizó con la bendición del Obispo y la consagración del día a la Virgen María.

Fuente: Comunicaciones de Valparaíso
Valparaíso, 14-04-2022