Instituto Católico de Migración solicita al presidente Boric intervenir ante el sufrimiento y vulnerabilidad que experimentan los migrantes
A través de una carta dirigida al presidente de la República, Gabriel Boric, el Instituto Católico Chileno de Migración, INCAMI, dio a conocer su preocupación por la crisis migratoria que se vive en Chile y que afecta gravemente a las personas que llegan al país, así como a las comunidades de acogida.
La misiva -que fue enviada formalmente durante la semana pasada a la presidencia- está firmada por el presidente de
INCAMI, el obispo de Arica Moisés Atisha, quien expresa que “Como organismo especializado en la movilidad humana y las migraciones -en asociación con tantas otras instituciones que venimos trabajando con las personas migrantes y solicitantes de refugio en diferentes lugares del país- desde hace varios años, seguimos viendo con impotencia las dificultades a las que siguen expuestos los migrantes que llegan a nuestro país buscando un mejor porvenir. El que muchos y muchas ingresen por pasos no habilitados, no les hace menos personas”. Monseñor Atisha agrega que “generalmente se habla de los migrantes cuando se hacen fiscalizaciones para relevar, no su condición de personas, sino su realidad de “indocumentados” o forma de ingreso al país, pero no se les escuchan los motivos que han causado tal situación o por qué ingresan de este modo”.
Si bien se ve con esperanza la implementación de la nueva normativa en materia migratoria (Ley 21.325/2021), se manifiesta que existe una falta de claridad en su proceso de implementación. “Entre otras cosas, podríamos mencionar lo que sucede con la `Notificación de Reconducción Inmediata´, respecto de la cual no hay claridad del trámite a ser realizado, esto porque las personas notificadas de tal medida siguen dentro del territorio nacional y no saben qué procedimiento seguir, bien sea para retirarse del país, o auto-denunciarse con miras a ser expulsados, o, recurrir la medida en caso de haber vínculos y/o arraigo con el país. Todo esto lleva a una situación de incertidumbre respecto de la Ley”, se afirma en el texto.
La necesidad de transparentar la posición del país
Por ello se solicita tomar una actitud transparente con las personas migrantes en Chile. Se hace ver que hay falta de información y demoras en el otorgamiento de respuestas claras acerca de los trámites que se solicitan para regularizar la situación migratoria de las personas, en su mayoría digitales, pero que serían poco prácticos. Se da a conocer también que desde el estallido social y luego por la situación sanitaria no se está haciendo atención presencial de las personas migrantes para trámites directos o para indicar los nuevos procedimientos. La consecuencia de ello sería que hay personas extranjeras regulares en el país, pero indocumentadas, motivo que hace que no puedan salir o entrar libremente del país, celebrar contratos, abrir cuentas, acreditar su identidad, etc. Dichas demoras estarían limitando o prohibiendo el acceso a ciertos derechos garantizados por la Constitución, como el derecho al trabajo, a la salud, a la educación, a la vivienda, o a la justicia, entre otros. Se añade que también la falta de claridad se está dando en los procesos de información y solicitud del reconocimiento del estatuto de refugiado.
Además de las anteriores problemáticas, se hace ver la preocupación por la vulnerabilidad a la que siguen siendo expuestas familias de Venezuela y Haití ya presentes en Chile, no solamente para sus trámites de visa, sino frente a procesos de reunificación familiar. “Se debe considerar que, por el hecho de tratarse de familias que arrastran una difícil situación por la realidad de sus países de origen, no es tan factible encontrar formas que les permitan presentar la documentación exigida, como condición para la regularidad migratoria en Chile” afirma la carta, agregando que la autoridad debiese considerar esta complejidad, que puede implicar negaciones de trámites, sin dar alternativas u opciones de regularización a su delicada situación.
“Consideramos que es necesario transparentar la posición del país ante la falta de claridad respecto de los trámites de visas en los servicios consulares, o ante las solicitudes de refugio. Solo pedimos al Estado chileno ser transparentes, dar una respuesta, y así las personas sabrán a qué atenerse y qué pasos pueden dar en el país o buscar otras latitudes” señala el documento, constatando al mismo tiempo que “falta de iniciativa en la gestión, especialmente por parte de las autoridades de países cuyos migrantes presentan mayor vulnerabilidad. Esta es una labor no solamente del país de destino, sino también del país de origen de los migrantes. Las legaciones consulares deben estar prestas a dar asistencia a sus connacionales y Chile podría exigir esto de tales autoridades”.
La solución no son las expulsiones
También se aborda la situación de las personas que en el último año han ingresado al país por pasos no habilitados, expresando la preocupación ante la falta de propuestas concretas al respecto. “Muchas de esas personas tienen familiares residentes ya en Chile y antes de viajar a nuestro país han solicitado visas consulares que fueron cerradas arbitrariamente o desistidas por la autoridad. Desde nuestra experiencia, consideramos que un verdadero proceso de regularización debería apuntar a solucionar la situación de quienes justamente la ley no considera, por lo cual debiese abrirse a un nuevo proceso “extraordinario” caso a caso, ante el dramático escenario actual. Los dos procesos anteriores de regularizaciones excepcionales revistieron grandes falencias y exclusión de quienes verdaderamente eran destinatarios y destinatarias de procesos “extraordinarios” de regularización. La pandemia, temas administrativos y expulsiones han generado que tantas personas tomaran la decisión de recorrer buena parte del continente para ingresar a Chile y reencontrarse con su familia. Pensamos que sería muy importante observar y buscar respuestas a estas personas, mayormente, pensando en los cientos o miles de menores que han llegado a nuestro país y que no decidieron migrar y aquellos que vinieron para reunirse con su familia directa. Hay niños, niñas, mujeres en embarazo, adultos mayores que salieron por necesidad. No se trata solo de personas solas que se aventuraron, muchos y muchas vinieron porque su familia ya estaba aquí y encontraron en este un país de acogida, de asilo” se expresa en el escrito.
“Somos también conscientes que Chile no tiene capacidad para recibir a todas esas personas. Algunos hechos aislados contra personas migrantes son fruto de la falta de voluntad y de gestión de incluir, que relega a las personas a la caridad o a la mendicidad” se reconoce en el mensaje, pero se afirma que “la solución no es la expulsión, no al menos como regla general para todos quienes hubiesen ingresado irregularmente y que cuenten con familia en el país, pues muchos no tendrán cómo volver y para otras tantas, sería exponerlos a los peligros de los cuales huyeron. Por tal motivo, nos atrevemos a solicitarle su intervención para que nos hagamos cargo como país de esta problemática”, agregando que “no se puede culpar al anterior, ni a este, ni a un próximo gobierno de la situación migratoria que vivimos, error que ya tuvimos en el pasado y no dio frutos. Esta es una realidad continental que nos excede y con indiferencia no la vamos a solucionar. Al contrario, se requiere de parte de las autoridades una actitud activa para responder ante la ciudadanía. Frente a la actual realidad país debemos avanzar con empatía”, pide INCAMI, junto con dar opciones a estas personas de incorporarse al mercado del trabajo “y no ser una carga para el país, ni para las comunidades que los reciben. Contar con un documento de identidad permite ser un mayor aporte para la sociedad”.
Construir juntos un país más equitativo
Se pide también no solo centrar la atención en el norte de Chile y coordinar un trabajo con otras regiones del país que podrían aceptar familias migrantes no solamente como forma de poblar sino de aportar con su experiencia laboral o profesional a tales lugares. Para ello se propone “una articulación con el sector privado, esto pudiese materializarse con visas temporales, que como requisito exijan algún nivel de estabilidad laboral y de aporte profesional, o previsional para ir avanzando hacia procesos más largos de arraigo y documentación”. Al mismo tiempo, se hace ver la urgencia de albergues transitorios o acondicionar y fortalecer algunos que desde la sociedad civil ya lo hacen, para así tener tiempo suficiente para ubicar las personas, sin que tengan que vivir en las calles.
Por ello, otra de las solicitudes concretas que se realizan al presidente Boric está el organizar un nuevo “Consejo consultivo para las migraciones” o en su defecto “alguna instancia que permita a organizaciones como la nuestra aportar al debate y en conjunto construir un país más equitativo para todos y todas”.
En la misma línea se destaca el mensaje del Papa Francisco de su Carta “Fratelli tutti” que invita a dejar de hablar de “los otros”, y pasar al “nosotros”, especialmente ante los difíciles tiempos que vivimos “para que la humanidad renazca con todos los rostros, todas las manos y todas las voces, más allá de las fronteras que hemos creado”.
La carta finaliza expresando: “Señor Presidente, con mucha preocupación y también con esperanza, le compartimos estas inquietudes, esperando su intervención frente al sufrimiento y vulnerabilidad que experimentan tantas personas”.
Fuente: INCAMI
CECh, 30-03-2022