El mundo se conmueve, y con razón, al conocer las noticias que proceden de Medio Oriente: bombardeos y combates en la región, especialmente en la zona de la Franja de Gaza, han causado la muerte a varios centenares de personas, en su gran mayoría civiles, miles de heridos y más de cien mil personas desplazadas. Son cifras que duelen y que lamentablemente se siguen incrementando. Historias y rostros que nos impactan, especialmente cuando las víctimas son niños y niñas.
Junto al papa Francisco y la Iglesia universal, queremos expresar la urgencia de poner un alto al fuego y empezar a trabajar por garantizar la paz y la seguridad de las personas que se ven expuestas a un nivel de violencia que, para quienes estamos lejos de la zona en conflicto, es difícil de imaginar a cabalidad.
"¡Nunca más la guerra! ¡Con la guerra se destruye todo!”, ha dicho el Santo Padre. En una masacre como esta, la guerra destruye la vida humana, atenta contra la seguridad y las condiciones de vida digna para las personas.
Como hemos manifestado en la última declaración del Comité Permanente, el derecho a la vida humana es el primero de los derechos humanos que debe ser respetado y defendido siempre. La vida humana tiene una dignidad que la pone en un lugar privilegiado en el conjunto de la creación: somos hijos predilectos de Dios, invitados a tratar al ser humano con sumo respeto durante toda su vida.
Cuando nos aprestamos a iniciar el Mes de la Solidaridad, motivados por el testimonio de san Alberto Hurtado, invitamos al pueblo chileno a hacerse cercano a este conflicto, a hacer nuestro el dolor de comunidades lejanas geográficamente, pero unidas en la fraternidad de la comunidad humana.
Nuestros hermanos de Medio Oriente necesitan nuestra plegaria y nuestra acción. Oremos por la paz, en familia y en las comunidades, especialmente en las misas, encuentros y celebraciones. Seamos, al mismo tiempo, agentes de paz y promotores de justicia, cada quien en sus familias y ambientes, en nuestra misión de constructores de una sociedad justa, fraterna y en paz.
+ Ignacio Ducasse Medina
Obispo de Valdivia
Secretario Genera
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Santiago, 25 de julio de 2014.