El Arzobispado de Santiago, junto al movimiento Schoenstatt y la comunidad parroquial, iniciaron la custodia y recuperación de los restos de la Virgen situada en el frontis de la parroquia La Asunción, que fue destruida tras el ataque incendiario del 18 de octubre pasado. El trabajo incluye además la recolección de diversas piezas religiosas que quedaron al interior del templo.
“Es importante este trabajo de restauración, porque estamos frente a un patrimonio que es de todos los chilenos. La Virgen está en el centro de nuestra actividad y nos parece muy relevante ponerla en esa posición”. Así resume Nicolás Fontaine, del movimiento Schoenstatt, la relevancia de estos trabajos. Agrega, que con esta acción, también comienza un tiempo de evangelización en medio de los destrozos. “Hay que escuchar a Dios. Lo que ocurrió acá es para poner oído a Dios y este trabajo de reparación es un apostolado”, describe.
El cuidado de las piezas religiosas del templo, al igual que los restos de la Virgen, serán trabajados por dos equipos de conservación y restauración- Austral y Conservar- quienes tendrán la misión de rescatar el más mínimo resto religioso que quede al interior de la parroquia. “Estos patrimonios dan cuenta de procesos históricos, del desarrollo de la ciudad. Es lamentable todo esto, pero buscaremos contribuir de la mejor manera en rescatar y salvar todo lo que podamos. Somos optimistas y con esfuerzo podremos reconstruir”, analiza Manuel Concha, conservador y restaurador de la Universidad de Chile, quien está participando en las labores de recuperación.
Para el padre Pedro Narbona, párroco de La Asunción, el trabajo mancomunado que se observa en la parroquia, es una señal de fraternidad, que invita a recordar la última encíclica papal “Fratelli Tutti”. “Es seguir caminando en esperanza, porque debemos como Iglesia, ser hombres y mujeres de fe, sabiendo que Dios permite que las cosas pasen por algo y para algo y ese algo, es abrir nuestros corazones para sentarnos en una mesa común”.
Patricia Silva, arquitecta y directora de Arquitectura y Construcción del Arzobispado de Santiago, cree que estos trabajos son gestos simbólicos y el inicio de un proceso que buscará poner nuevamente de pie el templo. “Hay mucha gente detrás, hay sentimientos. El rescatar lo que queda en el templo también es prevenir. Hubiésemos querido rescatar más, pero no se pudo. Debemos seguir protegiendo y apoyar con el rezo y la oración”.
Según datos del movimiento Schoenstatt y de la empresa Conservar, los trabajos de restauración de la Virgen de La Asunción podrían durar cerca de tres meses. Sus resultados podrían ser muy alentadores, ya que los primeros peritajes arrojaron el origen de la escultura y a partir de esa investigación, junto a registros fotográficos históricos, se pueden obtener las piezas faltantes para su reconstrucción.
Fuente: Comunicaciones Santiago
Santiago, 23-10-2020