Votar en conciencia

Votar en conciencia

Mons. Ignacio Ducasse: “cada persona, en el sagrado espacio de la conciencia, está llamada a discernir libremente”.

Domingo 11 de Octubre de 2020
Los cristianos nos sentimos convocados a ser parte de las grandes decisiones democráticas, porque entendemos la vida política como una de las formas más altas de la caridad, que busca el bien común y la justicia social. Por eso miramos el plebiscito constitucional como una iniciativa que todo ciudadano responsable debería conocer, estudiar las alternativas que se presentan, discernir en conciencia y hacer todos los esfuerzos por concurrir a sufragar.

Es importante que conozcamos el contenido esencial del plebiscito y sepamos distinguirlo de otras temáticas como las legítimas demandas sociales no resueltas y otros asuntos sensibles en la sociedad, como la realidad de los inmigrantes, los pueblos originarios, la precariedad de los empleos y condiciones laborales. El 25 de octubre apenas estaremos dando un paso, que es pronunciarnos acerca de si estimamos o no necesario que el país tenga una nueva Constitución, y el modo en que preferimos sea elaborada una eventual nueva carta fundamental. Es una decisión muy relevante, pero por sí sola ella no resuelve los clamores de los sectores más postergados.

Lo que necesitamos saber es que una constitución es el pacto político y carta fundamental de una república democrática. Ella fija el marco jurídico de la vida común y toda norma debe adecuarse a ella. La constitución organiza, distribuye y limita el ejercicio del poder político, determina cómo funciona la democracia y al mismo tiempo reconoce y garantiza derechos esenciales de la persona, como el derecho a la vida, la libertad de conciencia, la libertad religiosa, el derecho a la salud, a la educación, la libertad de enseñanza, la paz, entre otros.

Hay quienes legítimamente creen que la actual constitución impide avanzar en un proceso de reformas políticas y sociales en beneficio de los más vulnerables, y por eso hay que redactar una nueva. Hay otros que también legítimamente estiman que sí es posible progresar en justicia social haciendo cambios a la carta fundamental sin tener que elaborar otra. Esa es la decisión que tomaremos. Nuestro deber es conocer los alcances de dichas opciones, y lo que significa cada uno de los mecanismos que se proponen (convención constitucional o convención mixta constitucional).

Cada persona, en el sagrado espacio de la conciencia, está llamada a discernir libremente. Es importante participar para que el resultado del plebiscito sea realmente representativo de la voluntad de la ciudadanía. El voto simboliza que, como ciudadanos, somos parte activa de la historia de Chile, que queremos una sociedad mejor en la que la dignidad de la persona sea siempre el centro.

Fuente: Comunicaciones Antofagasta
Antofagasta, 11-10-2020