Intervención de Mons. Cristián Contreras Villarroel, Obispo Presidente del Área Pastoral de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Chile, en la ceremonia inaugural del 1er Seminario Internacional de Comunicación Institucional de la Iglesia
Cen
Fecha: Lunes 04 de Abril de 2011
Pais: Chile
Ciudad: Santiago
Autor: Mons. Cristián Contreras Villarroel
Sr. Obispo de San Bernardo
Sr. Rector PUC,
Sr. Rector DUOC-UC
Autoridades presentes
Participantes venidos del extranjero
Queridas hermanas, queridos hermanos:
Damos gracias al Señor que nos reúne estos días en el Primer Seminario Internacional de Comunicación Institucional de la Iglesia, que hemos impulsado desde la Conferencia Episcopal de Chile y que hoy se hace realidad, organizado por DUOC-UC con la ayuda de diversas instituciones académicas y eclesiales.
La Providencia ha querido que el escenario comunicacional en que se desenvuelve la Iglesia chilena durante este encuentro académico sea uno de los más intensos de la última década. Precisamente a esta hora los Obispos chilenos se desplazan hacia Punta de Tralca para iniciar, al mediodía, nuestra centésimo primera Asamblea Plenaria en la que analizaremos, con sinceridad fraterna, la situación delicada que vivimos. También los medios de comunicación se desplazan hacia allá para tomar registro de este momento histórico en la vida de nuestra Iglesia, justamente en un año en que hemos querido profundizar la “comunión misionera”
No son casualidades, no es el azar el que nos congrega para dialogar acerca de las comunicaciones institucionales en la Iglesia. En mis casi ocho años de ministerio episcopal, gran parte de los servicios pastorales que se me han encomendado, en la Conferencia Episcopal y en el Arzobispado de Santiago, se vinculan, directa e indirectamente, con el ámbito de las comunicaciones. He formado parte de equipos humanos que han abordado faenas infatigables para comunicar la Buena Noticia de Jesucristo en estos tiempos: algunas veces, en situaciones amargas, complejas e inciertas; pero muchas más en misiones gratas, entusiastas y esperanzadoras.
Este Seminario es una de esas ocasiones de gozo, porque muestra la rica diversidad de servicios que en la Iglesia se ofrecen para bien–comunicar el Evangelio. Y en tiempos en que la humildad, la coherencia y la transparencia emergen como potentes desafíos para nuestro ministerio y para la acción eclesial y pastoral, agradecemos la importante ayuda que las instituciones académicas de inspiración cristiana nos brindan para tomar conciencia del verdadero valor de la comunicación en una institución como la Iglesia. De los errores y de los aciertos queremos seguir aprendiendo las herramientas necesarias para que el mensaje de salvación pueda llegar hasta los últimos, para que la noticia de Jesucristo sea respuesta a la pregunta de tantos sobre el sentido de sus vidas.
Agradezco a los organizadores, expositores y participantes de este Seminario. Todos ustedes ofrecen con generosidad su tiempo y su saber a los requerimientos comunicativos de instituciones de Iglesia. Que el Señor bendiga su servicio, y que las reflexiones de este Seminario nos ayuden a ser más fieles al Maestro comunicador. Muchas gracias.