Con la participación de más de mil antofagastinos, se celebró la Fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, que se festeja cada 8 de diciembre. Ocasión en que además, como Iglesia chilena clausuramos el Mes de María.

En Antofagasta, la celebración se inició a las 14 horas en el frontis de la Basílica Corazón de María, con el saludo que los 50 Bailes Religiosos le brindan a la Virgen María.

Posteriormente, se inició la tradicional procesión por las calles céntricas de la ciudad, con la imagen de la Virgen junto a los fieles, el personal consagrado y los bailes religiosos, hasta llegar al frontis de la Iglesia Catedral. Cabe indicar que a esta peregrinación central, se sumó la procesión que efectuaron los feligreses de las parroquias del sector norte de la ciudad.
Finalmente, se concluyó con una Eucaristía, presidida por Monseñor Pablo Lizama, Arzobispo de Antofagasta, quién en su homilía agradeció a la gran cantidad de fieles que se hizo presente en esta fiesta dedicada a la Santísima Virgen.

Además, explicó que al igual como lo hace una familia cuando tiene una fiesta y llegan muchos invitados, coloca una mesa más grande; como Iglesia antofagastina, también quiso acoger a todos los cristianos que llegaron celebrar esta fiesta, con esta Eucaristía en la Plaza de Armas de la ciudad.

También le pidió a los fieles que: “esta Misa con tanta gente, nos anime a cada uno de nosotros, a volver a nuestras comunidades, a volver a nuestras familias, a volver a nuestros trabajos, con la alegría profunda de tener esta madre que es un ejemplo para nosotros, en todos los momentos de la vida y en especial, de cómo yo debemos seguir a Jesús, Nuestro Señor”.

Fuente: Pastoral de Comunicaciones
Arzobispado de Antofagasta
www.iglesiadeantofagasta.cl


Antofagasta, 08-12-2006