Familias osorninas celebran misa en memoria de sus difuntos y llevan flores a sus tumbas
En los distintos cementerios y parques de la provincia de Osorno fue celebrada la Eucaristía en memoria de los difuntos, y acogidos los familiares que llevaron flores a las tumbas de sus seres queridos que ya partieron junto al Padre.
Así, en disposición y en ambiente sereno, los cristianos llenaron las capillas del Cementerio católico, donde fue celebrada la eucaristía a las 12.00 y a las 17.00 horas, presididas por el padre Walther González y el obispo Jorge Concha Cayuqueo, respectivamente, donde la asamblea en silencio y actitud de oración conmemoró la presencia de sus hijos, padres, esposos, en sus vidas y agradeció a Dios por el tiempo que les regaló la gracia de tenerlos a su lado.
También, en el Parque Valle del Cedrón de Osorno, donde presidió la misa el padre Pedro Kliegel, quien dijo que “es bueno que se celebre esta fiesta de todos los Santos, junto con nuestros difuntos porque éste, no queda en nuestro recuerdo únicamente, sino está desde la fe que tenemos en Dios, lo que nos motiva en la vida para ver al mundo diferente, porque sabemos que nuestra vida no termina en este mundo, sino termina en Dios”.
“El Padre ama lo que hace. Él tiene en consideración a cada cosa que ha hecho, a cada ser humano, y por eso que nos llama por nuestro nombre. Cada uno ha sido llamado por su nombre. Esto es fundamental para que yo pueda proyectar mi vida. Para que mi vida no se pierda en la inmensidad de la creación”, agregó el sacerdote.
Y hoy, aseguró el sacerdote, el Señor nos invita a cambiar “nuestros hábitos. Dicen que el más fuerte en este mundo es el que sobresale, pero no. Jesús nos hace ver el mundo diferente, y esto es lo que nosotros admiramos en los santos, porque tienen otros hábitos; cambiaron su visión del mundo, no porque no hayan cometido errores, ellos también los cometieron sin duda, solo por el hecho de ser humano. Por eso estamos llamados a cambiar de hábitos para poder mirar el mundo de otro modo, al modo de Jesucristo”.
Es tan fácil, dijo el padre Pedro, y tan difícil a la vez el cambiar “nuestros hábitos, pero es la invitación del Señor, que camina con nosotros y nos dice: yo estoy contigo, yo te he llamado por tu nombre, y un día me va a llamar con mi nombre, porque Él en su última oración, antes de ofrecer su vida dijo: Padre, tengo un deseo, que los que me confiaste, estén conmigo, donde yo esté”.
Fuente: Comunicaciones Osorno
Osorno, 02-11-2018