Estimado señor director:
Con alegría y entusiasmo viajé por unas pocas horas desde mi diócesis, Temuco, hasta Santiago, para participar, junto a autoridades y representantes de diversas etnias del país, en la ceremonia en que la Sra. Presidenta de la República presentó el Pacto Social por la Multiculturalidad, iniciativa que contiene la política del Gobierno en materia indígena para los próximos años.
Sin perjuicio de que, como cualquier iniciativa, puede ser perfeccionada con el aporte de todos, es claro que esta nueva política indígena es una buena noticia para Chile. Se aprecia en este avance una buena voluntad y disposición a escuchar a las comunidades originarias, a incluir a los sectores involucrados y enriquecer un diálogo intercultural para que podamos abordar, de una vez por todas, los temas de fondo en un conflicto histórico que ha causado enorme daño.
Por eso me ha desilusionado la escasa o nula cobertura que le han dado a esta importante noticia los principales medios de comunicación de alcance nacional. Decepciona que el tema indígena sólo exista en la prensa cuando hay violencia y muerte. Decepciona que los medios amplifiquen en grandes titulares la acción vandálica de grupos pequeños y que silencien o minimicen estos amplios acuerdos ciudadanos que ayudan a una mejor convivencia y que constituyen para estos pueblos una luz de esperanza a la que no están acostumbrados.
El Papa Benedicto XVI nos ha invitado a meditar sobre los medios de comunicación que tienen nuestras sociedades, y de cómo a veces se sacrifica la verdad para montar un espectáculo. Aquí tenemos ante nuestros ojos un claro ejemplo. En medio de la violencia y la huelga de hambre, se abrió el debate, se opinó y se cuestionó. Hoy, cuando se formula un camino de soluciones, los ciudadanos no se enteran. Los chilenos tenemos derecho a una buena información.
Atte.,
† Manuel Camilo Vial Risopatrón
Obispo de Temuco
Presidente del Área Pastoral Social de la
Conferencia Episcopal de Chile
Santiago, 2 de abril de 2008