Ante la sentencia de segunda instancia de la Ilustre Corte de Apelaciones de Valparaíso, que condena al sacerdote Eduardo Olivares Martínez a la pena de cinco años de libertad vigilada por abusos sexuales a menores, el Obispado de Valparaíso declara:
1) Acogemos y respetamos los fallos de los Tribunales de Justicia. Los abogados defensores del sacerdote recurrirán ahora de casación a la I. Corte Suprema, ya que el P. Olivares se ha declarado reiteradamente inocente.
2) Reiteramos nuestro compromiso con los niños y jóvenes en situación de riesgo social y valoramos inmensamente la gran obra que a favor de ellos realizan muchas instituciones de la sociedad civil y de la Iglesia.
3) Manifestamos nuestro total acuerdo con la doctrina establecida por el Papa Juan Pablo II, y reiterada por el Papa Benedicto XVI, en el sentido de que “no hay lugar en el sacerdocio y en la vida religiosa para quienes dañan a los jóvenes”.
4) Recordamos que este caso lamentable fue puesto en conocimiento de las autoridades correspondientes y de la opinión pública por la propia iglesia el 30 de octubre de 2002 a través de la Fundación Refugio de Cristo y del Obispado de Valparaíso. Desde ese día el sacerdote Olivares está marginado de todo cargo y responsabilidad en la Iglesia y está viviendo con su familia.
5) Invitamos a orar por cuantos han sido afectados por estos dolorosos acontecimientos, especialmente por los menores y sus familias.
Obispado de Valparaíso
Valparaíso, 23 de marzo de 2008.