En Misa de Acción de Gracias también se dio la bienvenida al P. Ricardo Morales, nuevo Administrador Apostólico.
Cientos de fieles se reunieron en la catedral de Puerto Montt la tarde del 28 de junio -vísperas de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo- para dar gracias a Dios por los más de 17 años de servicio episcopal en esta arquidiócesis de Monseñor Cristián Caro Cordero.
El Arzobispo Emérito, presidió la Eucaristía acompañado del nuevo Administrador Apostólico, el Padre Ricardo Morales Galindo y del obispo de Ancud, Monseñor Juan María Agurto. En la celebración eucarística participaron también más de 40 sacerdotes y 20 diáconos permanentes.
Durante su homilía, Monseñor Caro dio gracias a Dios por haber sido destinado a esta región hermosa del sur de Chile que con su belleza proclama la gloria de Dios. También agradeció a todos quienes colaboraron con su servicio episcopal, destacando en primer lugar a las religiosas de vida contemplativa presentes en la arquidiócesis -Carmelitas y Adoratrices- y demás religiosas que sostienen la obra de la Iglesia, agradeció "la fe y el apoyo silencioso de la gente sencilla que cree y de los enfermos, la leal ayuda del personal del arzobispado, la colaboración y el trabajo sacrificado del clero y la generosidad de muchos laicos que han aportado su amistad, su competencia profesional, su amor a la Iglesia y el servicio a la sociedad en los distintos consejos y fundaciones y actividades de la pastoral arquidiocesana".
Monseñor Caro continuó señalando algunos "signos de esperanza en estos tiempos difíciles para la Iglesia y que son el fruto del trabajo conjunto de pastores, laicos y religiosas":
Cada año se han confirmado cerca de 1.500 jóvenes y adultos. Bendijo más de 60 capillas, entre nuevas y antiguas restauradas. Se crearon 2 parroquias en sectores muy poblados y periféricos, además de una cuasiparroquia. Se pasó de 1 colegio a un total de 4, tres de ellos gratuitos. Ordenó 24 diáconos permanentes y quedan 9 en su última etapa de formación, también ordenó a 10 sacerdotes, instituyó a más de 300 ministros extraordinarios de comunión, entre otros motivos para dar gloria a Dios.
Posteriormente pidió perdón por no haber sido todo lo cercano que la gente y los sacerdotes esperaban. Señaló además su sentimiento de dolor y pidió perdón por los daños y dolores grandes vividos por personas afectadas a causa de faltas graves o delitos de que han sido acusados algunos sacerdotes.
En la parte final de la Santa Misa, el Administrador Apostólico dirigió un saludo a la comunidad, donde destacó que el Papa Francisco nos recordó que lo principal en la Iglesia es el servicio, la entrega sobre todo a los más pobres, vulnerables, pequeños y sencillos. También pidió al Señor que lo asista en esta tarea que el Santo Padre le ha encomendado, confiado en la Gracia de Dios y la ayuda de la Virgen María.
Finamente, monseñor Caro bendijo la casulla que usó durante la Eucaristía con el Papa Francisco en el Parque O´Higgins y se la obsequió al Padre Ricardo Morales, como gesto fraterno y de comunión.
Fuente: Comunicaciones Puerto Montt
Puerto Montt, 29-06-2018