Sí, todavía es posible celebrar una hermosa y santa Navidad.
Ciertamente nos hemos preocupado de nuestras familias y seres queridos. Qué bueno que sea así, pues la Navidad es una fiesta de familia. Más aún, es la Fiesta de la Familia de Dios: María, José y Jesús que nace pobre y humilde en Belén.
Nos hemos preocupado de los regalos. Qué bueno que haya sido así, ya que la Navidad es la Fiesta del Gran Regalo: el Salvador del mundo que nace en nuestra carne mortal.
¿Nos hemos preocupado de compartir con los pobres, ancianos, enfermos; los sin familia, los sin trabajo y los hermanos y hermanas privados de libertad? Porque la Navidad es la Fiesta del compartir. Jesús viene a compartir todo lo nuestro para hacernos compartir todo lo suyo. Si no ha sido así, TODAVÍA ES POSIBLE celebrar una hermosa y santa Navidad. ¿Cómo? Acercándonos ahora a alguien que requiere o desea nuestra presencia, preocupación y cariño.
¿Nos hemos puesto en paz con quienes no lo estamos, aunque sea por culpa de ellos?
Entonces TODAVÍA ES POSIBLE celebrar una santa Navidad, ya que la Navidad es fiesta de Paz: “Gloria a Dios en el cielo y Paz en la tierra a los hombres y mujeres de buena voluntad”. Pongámonos en paz. Demos, en la medida de nuestras posibilidades, pasos en la consecución de la paz en nuestra familia y en nuestro ambiente. Eduquemos a nuestros niños para la paz y no olvidemos que “la familia es la primera e insustituible educadora de la paz” (Benedicto XVI).
¿Estamos tristes o angustiados? Entonces TODAVÍA ES POSIBLE celebrar una hermosa Navidad, ya que la Navidad es la Fiesta de la Esperanza. Pero no de cualquier esperanza. “Nosotros necesitamos tener esperanzas -más grandes o más pequeñas- que día a día nos mantengan en camino. Pero sin la gran Esperanza, que ha de superar todo lo demás, aquellas no bastan. Esta gran Esperanza sólo puede ser Dios, que abraza el universo y que nos puede proponer y dar lo que nosotros por sí solos no podemos alcanzar” (Benedicto XVI).
Todavía es posible celebrar la Navidad con sentido. Apresurémonos a hacerlo.
Muy afectuosamente,
† Gonzalo Duarte García de Cortázar ss.cc.
Obispo de Valparaíso
Navidad de 2007.