Comunidad arquidiocesana conmovida ante fallecimiento de arzobispo emérito.
Con una solemne eucaristía celebrada en la Catedral de Puerto Montt, la comunidad arquidiocesana expresó su gratitud y recuerdo, a la vez que oró, por el eterno descanso de Mons. Bernardo Cazzaro Bertollo (OSM), quién falleció en Italia el pasado domingo 13 de agosto,y quién fuera por 24 años Vicario Apostólico de Aysén y durante 13 años Arzobispo de Puerto Montt.
La Santa Misa fue presidida por Monseñor Cristián Caro, Arzobispo de Puerto Montt y concelebrada por los obispos Monseñor Juan María Agurto (OSM) de la Diócesis de Ancud y Monseñor Juan Barros de la Diócesis de Osorno, además de sacerdotes y diáconos del clero local. Esta celebración fue transmitida por Radio Nueva Belén FM, una de las dos emisoras creadas durante el periodo en que Monseñor Cazzaro pastoreó esta Arquidiócesis.
La homilía de la Santa Misa estuvo a cargo del Pbro. Daniel Acuña Burgos, actual Vicario para la Educación de la Arquidiócesis de Puerto Montt y quién se desempeñó como Vicario General en el tiempo de Monseñor Cazzaro.
En su refelexión el P. Acuña expresó una sentida acción de gracias "porque en medio nuestro caminó un pastor, un hombre que fue elegido por Dios para guiar a esta Iglesia durante 13 años. Esta porción del Pueblo de Dios se confió al cuidado pastoral de don Bernardo, y él en las vicisitudes de cada día, en cada necesidad pastoral, sintió la voz del Maestro y buscó sin duda que aquella necesidad fuera atendida y satisfecha de manera sabia y prudente. Esta Iglesia peregrina de Puerto Montt que pasaba en ese tiempo como hoy por el a veces desierto de la indiferencia, del cuestionamiento y también de un ambiente en que no faltan los intentos de derrumbar las instituciones más importantes como es la familia y la dignidad del que va a nacer. A esta comunidad diocesana debió guiar don Bernardo, buscando ser obediente y transparentar a Cristo, Pastor bueno y bondadoso."
De la personalidad de Monseñor Cazzaro señaló "su piedad eucarística y deseo de una celebración digna de la Santa Misa, su conocimiento de la liturgia a la vez que las devociones sencillas y cercanas, sus lecturas de libros espirituales y de la vida de los santos marcaban su conversación y su misma predicación".
Finalmente, destacó su profunda espiritualidad mariana, destacando que "es imposible olvidar que la vida de este hombre, tremendamente culto y sencillo a la vez, concreto y aterrizado en lo vital y esencial, tenaz y paciente en las tareas difíciles que enfrentó, transcurrió bajo la luz de un astro, de una Estrella en el firmamento, la Virgen María. Don Bernardo en su vida entera miró a María, y lo hacía presente en su escudo episcopal en el que tenía escrita la consigna “Respice stellam”, “Mira a María”, consigna de su santo Patrono el gran San Bernardo de Claraval.
La partida a la Casa del Padre de Monseñor Cazzaro, causó gran impacto en la zona ya que fue un obispo muy querido también en el ámbito civil, destacándose que en 2001 fue declarado Hijo Ilustre de Puerto Montt, como se recuerda en una página que dedicó al pastor el Diario El Llanquihue, en su edición del pasado martes 15 de agosto.
Fuente: Comunicaciones Puerto Montt
Puerto Montt, 16-08-2017