Arzobispo invitó a construir un mundo cristiano y maduro con Jesús como compañero de ruta

Arzobispo invitó a construir un mundo cristiano y maduro con Jesús como compañero de ruta

Monseñor Pablo Lizama Riquelme presidió este jueves 24, a las 21:00 horas en la Catedral de Antofagasta, la Santa Misa de la Noche del Nacimiento del Señor, la que se realizó con una Iglesia repleta de fieles.

Viernes 25 de Diciembre de 2015
Ver Galería
“Con Jesús y María aprenderemos a ser hermanos de todos los hombres y con el Niño Jesús en nuestros corazones nos convertiremos en los más justos ciudadanos asentando los caminos a una vida digna y fraterna”, expresó Monseñor Lizama en la Eucaristía de Navidad.

En su reflexión, el Arzobispo señaló que “debemos permitirnos soñar con un mundo mejor para los cristianos, solemos perder el tiempo con tantos afanes y cansancios que no nos damos el tiempo para expresar nuestros deseos más profundos, y éste es el soñar con que en un futuro todos los hombres y mujeres estemos en una gran mesa reunidos, donde compartamos sin mentiras, con bondad, compasión y cercanía”.

En relación a lo mismo, añadió “en esta construcción de un mundo con mejor convivencia, no deben haber diferencias, cegueras, parálisis y desórdenes sociales que ya nos han traído tanto dolor. Entonces aprenderemos con esperanza a enfrentar y dejarnos consolar de tantos dolores que cargamos para así comenzar a sembrar semillas que florezcan en un mundo de vida con nueva vitalidad”, reflexionó.

“Con esa nueva vitalidad aprendemos junto al otro a crecer, servir e ir madurando de a poco, porque las cosas buenas y hermosas son las que tardan, así como un niño tarda nueve meses en madurar el vientre de su madre…”

“Sabremos que estamos listos cuando sepamos reconocer a Jesús en un hombre pobre, en niños, en abuelos, eso lo sabremos cuando no nos dejemos guiar por el dinero o el poder que sólo acallan la conciencia y no nos dejan ver los brotes de vida nueva, en medio de nuestra torpeza y ligereza”.

“Solamente la perseverancia hace crecer vida nueva y madurar al Pueblo de Dios, porque ser cristianos toma tiempo, paciencia y esfuerzo conjunto para buscar la maneja de renovarnos en nuestro lenguaje para expresar amor a Dios y a nuestros Hermanos”.

Por último, el Pastor, convocó a María Madre del Niño Jesús, para que con ella le pidamos como mujer que cree, a que nos ayude a recuperar la alegría de vivir, a que aprendamos a servir al otro con respeto, generosidad, a no a hacer juicios a diestra y siniestra, a no discriminar y hacer la paz, si sólo dejamos entrar a Jesús en nuestros corazones, tomándolo a El como compañero de ruta”.

Fuente: Comunicaciones Antofagasta
Antofagasta, 25-12-2015